Cambio de planes

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-Wow

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-Wow... -Se me escapó exhalando una gran bocanada de aire por tal asombro; sentí que mi cabeza iba a estallar por aquello que acababa de ocurrir.

Se sintió como haber salido a la superficie de un profundo océano por un poco de aire.

Ignoré por completo donde me situaba ahora, hasta olvidé que hace unos segundos una voz arisca me había hablado a mis espaldas, puesto que primero debía procesar todo y juraría que iba a volverme loco si no lo hacía.
Luego me tocaría perder la cabeza nuevamente por los problemas, ahora sumándole el hecho de que no sabía nada sobre el paradero de Lían y Denzel, puesto que lo primero en notar cuando desperté fue la desesperante ausencia de ellos.

-¿Qué tal estuvo la siesta? -La misma voz se burló por detrás de mí a tan solo centímetros mientras yo escuchaba cómo jugaba encendiendo y apagando un mechero reiteradamente.

Al notar que no había esperanzas de un respiro para procesar lo ocurrido, comencé el análisis del perímetro como me enseñó mi padre en caso de secuestro.

Comencé por el secuestrador. Me llamó la atención el hecho de que aquella voz detrás de mí era de un adolescente de no más de 17 por cómo se oía; un adolescente muy malhumorado a mi parecer.
Su voz era gruesa y muy grave como si de locutor se tratase, pronunciando perfectamente cada palabra y letra, pero digamos que su timbre sugería una edad muy joven.

Yo por mi parte noté que me encontraba sujetado a una silla a mitad de una habitación pequeña y de paredes grisáceas de concreto con putrefacción y moho por donde se viera; sin descartar el detalle que más me mantenía inquieto:
la bombilla colgando del techo que se balanceaba sobre mi cabeza, haciéndome el centro de atención sobre lo que se haría allí.

-... Espera ¡Conozco este lugar! -Caí en cuenta muy tarde girando bruscamente mi cabeza viendo en todas las direcciones aquella habitación que claramente coincidía con aquel espantoso video que habíamos visto en mi casa a tan solo unas horas.

-¡Entonces supongo que eres un terrible idiota como para venir a tu propio destino por tu cuenta! -Vociferó este chico que de seguro era más joven que yo.

Sin embargo detuvo su aura hostil por un momento y noté un silencio analítico...

-... O quizá es por algo más ¿No? -Tronó por última vez su mechero.

Aferró su mano con ira al respaldar de la silla donde me amarró y la arrastró agresivamente hasta estrellarla contra la pared detrás de mí dejándome sin aire por el impacto que generó en mi espalda.

-¡Mírame, árbol blanco! -Se situó delante de mí sujetando mis hombros con fuerza permitiéndome observar sus características-. ¿Qué es lo que tus ojos están viendo?

ÁRBOL BLANCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora