Martes 19 de septiembre
2017No tengo miedo del "qué pasará" cuando ya conozco el final.
Esas sabias palabras que fueron pronunciadas por el ángel que sanó mi vida por poco tiempo, fueron las mismas palabras que me acompañaron hasta hoy.
Era claro que Lizz se refería al cáncer.
Cuando le pregunté sin poder ocultar mi expresión decaída por el por qué había dicho eso, solo me respondió que me tranquilizara, con su dulce voz melosa mientras acariciaba mi mejilla.
Recuerdo que tan solo en esa bonita mirada angelical, ella me decía tantas cosas hermosas que me devolvían la vida denuevo.—Te amo —me susurró tiernamente desde lo más profundo de su alma, con esos ojos azules que me hacía entender que estaba perdida profundamente en mí.
Ella siempre tuvo esa maravillosa característica de poder decirme todo lo que sentía con tan solo cortas pero hermosas palabras.
De hecho, en ocasiones ni siquiera necesitaba pronunciar ni una sola letra para decirme algo, puesto que habían veces en las que se quedaba hipnotizada viéndome locamente enamorada, para luego pedirme un beso.
—Cuando digo que no tengo miedo del "qué pasará" cuando ya conozco el final, me refiero a que todos morimos tarde o temprano, lo mío no es tan diferente después de todo —Me comentó irónicamente.
Me pareció muy loco cuánta verdad había en esa corta frase, ya que viéndolo de esa manera, se puede aplicar para casi todo. Como cuando conocí a Lizz y me enamoré perdidamente, cuando me estaba por declararle, no tenía miedo del "qué pasará" cuando todo el tiempo supe cuál sería el final.
Y la verdad es que fuí bastante feliz en esos últimos momentos, los valoré como si fuera el último día, cada minuto, cada segundo.
De hecho recuerdo bien ese día en el que quería darle un regalo de imprevisto, y recordé que a ella le encantaban los regalos simples y sencillos, por lo que decidí encargar una taza de café con su nombre impreso, ya que a ella le fascinaba demasiado el café, recuerdo con tanta felicidad ese momento en el que se emocionó tanto, que se le escapó un grito de emoción mientras daba saltitos de felicidad.
No pude saber quién de los dos estaba más feliz en ese momento.Tan sólo pensar en ella, los momentos más importantes para mí, son los que me persiguen todo el tiempo.
Como esa vez que planté aquel extraño pero increíble Árbol de abedul color blanco en su jardín.
Lo había encontrado una vez que pasé cerca del bosque hoía baciu.
Era tan diminuto, que casi ni lo vi, pero su extraña naturaleza logró llamar mi atención. Sus hojas eran inexplicablemente blancas, a su vez, sus ramas y tronco también lo eran.Al llegar a casa, lo planté en el jardín de Lizz como obsequio.
Se dice que éste árbol es reconocido como el "árbol de la sabiduría", por lo que me entró la curiosidad y a la noche decidí buscar información de este, y para mi sorpresa, resultó ser que el abedul tenía una extensa variedad de propiedades curativas, esto generó en mí más esperanzas.—El que tengo aquí, es un ejemplar un tanto exótico..., Me pregunto si... —Comenzé a pensar en voz alta, cavilando entre mis pensamientos e ideas.
Al cabo de unas horas decidí adentrarme en una extensa investigación acerca de las propiedades curativas de plantas y demás..., Y no sé cómo una cosa llegó a otra, pero..., Investigué algo que me llevó a la locura, algo que ocasionó todo esto, algo de lo que luego me arrepentiría. Esa noche, esa misma noche, me dí cuenta que todo el tiempo estuve con una venda en los ojos durante toda mi vida.Maldigo la hora en la que me dí cuenta de todo. Una parte de mí, deseaba nunca haberlo sabido, y volver a ponerme esa venda que siempre me cegó, mientras que otra parte de mí, era consciente de que no hay peor ciego que el que ya vio la realidad y decide volver a cerrar los ojos.
Esa fue la noche en la que terminé repugnando definitivamente a toda la raza humana.
Ahora seré yo quien lo diga:
No tengo miedo del "que pasará" cuando ya conozco el final.
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ÁRBOL BLANCO
Mystère / ThrillerCreía que la deep web era lo peor, pero me equivoqué. Alguien conoce mi secreto y me está buscando..., ese tal búho negro a través de una página web desató la pesadilla mas sádica y grotesca con tal de encontrarme