sexto espacio en blanco

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Domingo 17 de septiembre

2017

Hay algo que se me está escapando de mi cabeza, algo que fluye como manantiales recién creados de la nada.

Hay algo extraño que está sucediendo dentro de mi ser.

Cambios que no debieron crear en mí.

Hay cosas que quedaron sueltas, cosas que se fueron para nunca más volver, al igual que Lizz.

Yo solo quería encontrar una solución.

Quería demostrar que el cáncer sí tenía una cura, para finalmente salvar a mi prometida de las manos de la muerte.

Y un golpe de esperanza alumbró mi camino como las cortinas abiertas en un amanecer cálido.

No sé de qué me servirá anotar todo esto en un ridículo cuaderno, ni sé por qué lo hago.

Quizá es porque soy consiente de mi actual soledad, y quiero aunque sea contárselo a un simple cuaderno, el cual tranquilamente podría llevarme a prisión por tener toda evidencia necesaria.

Estoy solo.

Estoy completamente solo.

Una amenaza hubiera Sido suficiente para que no propague la cura.

Una advertencia hubiera Sido más que suficiente para percatarme de que estaba en camino peligroso.

Pero no.

Arrebataron lo único que me mantenía vivo.

Me quitaron la vida.

Me quitaron lo más preciado que tenía.

La alejaron de mi lado.

Me quitaron a lizz.

La asesinaron fríamente delante de mis ojos, mientras yo no pude hacer nada más que observar como su última gota de sangre fue derramada.

"No te metas donde no debes" dijeron muy tarde.





Lo dijeron...

Muy...

Muy...

Tarde...

... Mis manos ávidas de sangre tiemblan.

... Ya es muy tarde.

ÁRBOL BLANCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora