28 | La inocencia de Charlotte.

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Capítulo 28.

⚠️ ¡Advertencia! ⚠️

Este capítulo contiene escenas +18, si está clase de cosas no es de tu agrado, te pido amablemente que te retires y no hay problema. De lo contrario, espero que lo disfrutes y pues ya chavas, el sexo no es un tabú.

Bsos. ❤️

✴️✴️✴️

—...entonces, ¿Eso fué lo que le dijo? —dije jadeante mientras retiraba mi chaqueta y consigo desabotonaba mi blusa dejándome solamente en sostén.

Mis labios tomaron los suyos vivaces e insaciables.

—Exactamente, ahora contraté a una institutriz de confianza para Cami. —hundió su rostro entre el lugar que quedaba en medio de mis pechos, mastrujándolos en el proceso. Arqueé la espalda y mi centro palpitaba más que mi corazón.

Ni siquiera sé cómo le hice pero me deshice de mis jeans y mis botas de tacón.

Me estaba deleitando con sentir su boca succionando mi piel, pellizcándola de una manera tan exquisita con sus labios y sus dientes.

—Es una perra. —eso pareció más un susurro combinado con un gemido.

Se quitó la camisa y comencé a besar su cuello con impaciencia.

—Lo sé. —gruñó contra mi hombro. —A la mierda con Chloé, ven...

En cualquier momento iba a explotar, necesitaba sentirlo ya hundirse dentro de mi. El se deshizo también de sus jeans y sus zapatos hasta que ambos quedamos solo en ropa interior.

Sus labios volvieron a buscar los míos fundiéndolos en uno de esos besos franceses, era demasiado caliente. Con sus manos, agarró mi trasero apretándome y rozándome contra su erecto miembro.

Joder.

Cambiamos de lugar y en ello, le aventé hacía la cama subiéndome sobre su cuerpo con las piernas de cada lado.

No dejaba de acariciarme por debajo de la tela de mis bragas. Rozándonos y ejerciendo una especie de fricción malditamente deliciosa. Desabrochó mi sostén y con mi ayuda, lo retiró y aventó hacia cualquier parte de la habitación. Niall apretujó mis senos sin piedad alguna, pellizcando mis pezones con sus dedos.

Me humedecía aún más cuando hacía eso y él lo sabía.

Sabía que me volvía loca lo placentero que se sentía, por lo que no me molesté al gemir.

Dejamos aquella posición para quitarse él su bóxer y yo los punties. Al concluir esto, volvimos a lo mismo. Yo encima de él, frotando mi húmedo paraíso contra su miembro duro y nudoso. Mismo que tocaba con ansiedad la entrada de mi pubis.

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No lo resistí, si no fué hasta que me levanté un poco para tomarlo y posicionarlo correctamente en mi espacio para así finalmente descender y este deslizarse con facilidad por lo mojado que estaba mi interior.

Ambos gemidos, y lo hicimos de verdad.

Ni siquiera nos preocupamos por usar protección, la última vez fué fabulosa sin el, esta no sería la excepción.

Eran igual a espasmos los que sentía recorrerme hasta el vientre. Los bordes de mi centro se acomodaban perfectamente abrazando su pene conforme continuaban las embestidas, sentirlo profanando mi cuerpo era celestial, gozarlo y tenerlo sólo para mi, era de otro nivel inyectando algún tipo de alucinación en mi cuerpo que me hacía querer sentirlo aún más adentro.

𝐑𝐄𝐌𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑  |njh| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora