04. | Para ti.

3.9K 240 46
                                    

Capítulo 04.

Me quedo plasmada frente a la puerta con el ceño fruncido mientras Christian se dedica a mirarme con una sonrisa.

—Hola. ¿Puedo pasar?

—Claro... —respondo no muy convencida. —Nath está aquí.

—¿En serio? —para en seco y su rostro se torna de un color rojo cuando Natalie nota dicho obsequio en sus manos.

—¡Vaya Christian! Qué sorpresa. —le dice ella.

—Lo mismo digo...¿Dónde está Charlotte?

—Está dormida. —respondo.

—Bueno...esto es para tí. —a decir verdad ese ramo es hermoso y soy una aficionada de los tulipanes así que agradezco el gesto y me dedico a ponerlas en un jarrón.

—Vine a saludar y a decirte que me gustaría no sé... Qué aceptarás salir esta noche conm...

—¡Chris! Me encantaría pero... Nath se quedará a dormir y le prometí a Charlotte una noche de chicas. Pff, ya sabes... —me voy a ir directito pal infierno por mentirosa.

—¿Ah sí? —Natalie me mira confundida a lo que yo sin dejar de sonreír le doy un codazo —¡Si! Es...es verdad.

—Ha... —ríe nervioso —bueno, entonces para otra ocasión. —asienti y su teléfono suena a la vez que lo contesta. —¿Mark?...No, ¿Por qué?...¿Acaban de llegar a Londres? ¿Tan pronto?...si, entiendo. Sus agendas...estoy con ellas —dirige su mirada fugaz hacía nosotras. Miro a Natalie quien tiene el señor fruncido igual que yo.
No entiendo un carajo. —...ajá...vale, yo les aviso...voy para allá...claro, adiós. —y cuelga.

—¿Y bien? —cuestiona la pelirroja.

—Era Mark, dijo que éstas...figuras del medio artístico llegaron recién a Londres y que la reunión que se tenía para la semana que viene, se cambió de último momento para el jueves.

—Pero eso es en dos días. —le digo mientras mis nervios comienzan a aumentar.

—Lo sé, dijo que sus agendas están algo apretadas y bla bla bla. El chiste es que debo irme por qué los recibiremos en la oficina en media hora para revisar unos papeles. Las dejo en su noche de chicas. —se despide de Natalie con un beso en la mejilla y de igual forma conmigo, con la diferencia de que me lo dió en las comisuras. Camina hasta la puerta no sin antes lanzarme una última de sus miradas coquetas.

—Dime ¿Qué chingados fué eso? —dice Natalie bebiendo de su copa. Me encogí de hombros sentándome junto a ella de nuevo. —¿De verdad me voy a quedar a tu supuesta noche de chicas? —ríe con burla haciéndome lanzarle un trozo de zanahoria —eres muy mala con él, Mer.

—No soy mala, sólo no quiero darle alas. Punto. Además...

—¿Mami? —volteamos la mirada de dónde proviene ese sonido, me percato de que es Charlotte quien se encuentra tallándose los ojos parada en la escalera. Inmediatamente me levanto y su o los escalones, tomó a mi hija en mis brazos y ella automáticamente pasa sus pequeños brazitos al rededor de mi cuello y acomodando su cabeza encima de mi hombro.

Recorro el salón hasta sentarme en sofá en donde ya se encuentra Natalie cruzada de piernas.

—¿Tienes hambre corazón? —ella niega.

—Soñé con mi papá... —murmura ella con sus ojitos cerrados. Ahora se ha acomodado en mis brazos cual bebé y claro que no me opongo, amo tenerla así. Natalie me mira en búsqueda de una respuesta así que me decido a preguntarle.

—¿Qué soñaste?

—Soñé con un hombre que me decía princesa mami. —juro que me estoy comenzando a asustar. Según yo, jamás le he hablado a Charlotte sobre Niall, ella no sabe absolutamente nada.

—¿Cómo es ese hombre nena? —ahora la que habla es Natalie. Charlotte dibuja círculos imaginarios en mi pecho mientras responde. Puedo notar su semblante y está triste. Lo que no logro entender es ¿Por qué?

—Es alto, sus ojos se parecen a los míos. Tenemos el mismo color de ojos y de cabello tía y su voz es como de...mhhh...ese señor que habla en los programas que mi tío Christian ve en la televisión.

—Comentarista, así se llaman. Entonces...tiene una voz muy...¿De hombre? —ella asiente. —Ya veo. Y...¿Por qué lo dices como si no te agradara la idea?

—Por que mis amigas del colegio si tienen a sus papás que van a el día del padre en la escuela y juegan con ellas y las llevan al parque con sus mamás y yo no...

¿Escucharon eso? Si, fué mi corazón romperse.

Puedo notar en sus ojitos azules la tristeza al hablar así. Ella tan solo tiene tres añitos y ya sabes tantas cosas que a su edad no deberían preocuparle.

—¿Mi Papi me quiere mamá?

Firial un día me dijo y muy bien dicho; “Algún día comenzará el cuestionario sobre su padre y no sabrás que responderle. No sabrás cómo decirle que nisiquiera sabe de su existencia y te va a doler cuando se entristezca por ello. No te quedará más opción que ser sincera Mer. O puedes mentirle, te odiará igual...”

En ese momento me reí por lo que había dicho, ya tenía siente meses de embarazo.

Pero jamás pensé que ese día llegaría tan pronto.

____________________________________

Charlotte en multimedia bro.

𝐑𝐄𝐌𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑  |njh| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora