42. | Oficial

2.3K 144 103
                                    

Capítulo 42.

Meredith

Despierto entre la sensación más placentera y la más relajada que pueda existir. Él se quedó conmigo anoche, ahora despierto felizmente entre sus fuertes brazos. Le escucho dormir pacíficamente adherido a mi cuerpo, abrazándome por detrás. Su brazo rodea mi cintura subiendo por mis costillas, su mano finalmente termina y descansa sobre uno de mis pechos.

Vaya forma de despertar.

Su palma cabe perfectamente en el, somos como una enredadera de piernas y solo me muevo porque comienzo a sentir un poco de calor. Cuando bajo la sábana de mi cuerpo, noto que los dos continuamos completamente desnudos, lo cual me hace sonreír y recordar la forma tan sutil en la que me hizo suya anoche.

Siendo apenas las siete de la mañana, me doy el tiempo de voltear mi cuerpo para observarlo de frente. Él, al notar mi desdén al removerme y al ya no sentir mi pecho entre su mano, refuerza su agarre ahora de mi espalda baja y mi trasero, lo que causa que yo pueda sentir su miembro ahora despierto.

Si bien es sabido que los hombres cuando despiertan normalmente tienen erecciones matutinas involuntarias, está ocasion no iba a ser la excepción.

La aprovecho, deslizando mi mano sobre su abdomen bajo hasta que logró sentir su dureza. Me humedezco en seguida, cuando comienzo a masturbarlo lentamente. Imaginándome lo que sería un buen sexo por la mañana, no me cabe duda que es el mejor. Puedo sentir el latir de su corazón acelerándose poco a poco, jadea aún entre sueños.
Mis movimientos se vuelven más rápidos a medida que que sus jadeos son más constantes, tanto que incluso uno de ellos logra ser un leve gemido.
Mi clitoris de hincha rápidamente exigiendome atención en el proceso, uso mi mano derecha para acariciar su pene y con la izquierda, comienzo a estimularme a mi misma.

No sé que demonios me sucede, estoy teniendo una serie de imágenes mentales en donde Niall es el protagonista y no precisamente esta usando ropa. Todo lo contrario, lo imagino justo como anoche.

Dándome el mejor orgasmo de mi vida.

No lo soporto, así que dejó de hacerlo y en cambio me subo cuidadosamente sobre su cuerpo, deslizando su miembro en mi interior con facilidad gracias a la humedad de mis pliegues.

Se siente tan jodidamente bien.

Nisiquiera me importó no haberme tomado la molestia de siquiera usar un condón. Que yo recuerde, la única vez que lo hicimos sin protección fué la misma noche en la que mi pequeño retoño fué engendrado y eso que nisiquiera lo recuerdo al cien por ciento. No me molesta, no me interesa más que escucharlo gemir bajito aún estando medio dormido. Me muevo hacia adelante y atrás, meneando a mi antojo las caderas, Niall poco a poco comienza a abrir los ojos. Me inclino solo para aprovechar su posición y posar mis labios sobre su cuello.

—Eso se llama abuso sexual —bromea con aquella voz ronca que tan loca me vuelve, yo me río y él también cuando me acerco para besar sus labios—. Sigue nena... sigue... —me pide soltandome una fuerte nalgada, aquello solo logra encenderme el triple.

Gimo inevitablemente fuerte cuando sus manos se adueñan de mis glúteos y comienza a cogerme el ritmo, embistiendome con fuerza mientras lo monto. Mi mani dominante viaja hasta mi clítoris y comienzo a masturbarme ante la expectante mirada del castaño. Llena de lujuria y deseo, misma que incluso termina por endurecerme los pezones. La ayuda de mis cuatro dedos sobre mi pequeño botón del placer y su miembro llegando hasta lo más profundo de mi interior, me hacen sentir en el cielo. Arqueo la espalda y busco soporte con mi brazo extendido hasta su pierna, echando mi cabeza y cuerpo hacia atrás. Niall gime de igual forma, escucharlo me parece la cosa más malditamente excitante de toda esta situación. De su boca brotan maldiciones y palabrotas llenas de excitación.

𝐑𝐄𝐌𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑  |njh| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora