32. | Did you tell him to come?

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Capítulo 32.

Maldecí.

—Oh, el folla-zorras está aquí. —pronunció Firial intrigada por lo que supuse, iba a suceder.

Me levanté de la silla y caminé hacía dónde se encontraba el tipo dándole un obsequio a Charlotte.

—¡¿OTRA MUÑECA?!, ¡MAMÁ ES MI DÍA DE SUERTE! —ella daba saltitos llenos de emoción. Mi hija era una fan loca de las muñecas. Es decir, era una niña y ya quería criar a otra de plástico.

Ilarante.

—Christian —lo miré —¿Qué haces aquí?

—Sabía que Charlie estaba de cumpleaños y quise venir para obsequiarle algo. Espero que no te moleste.

—No debiste moles...

—No es ninguna molestia, yo...

—De verdad Christian, no creo que sea apropiado que... estés... aquí. —su mirada se posó justo por encima de mi hombro y asintió. Le resté importancia.

—¿Sabes?, Te ves preciosa... hoy y siempre. —¿? —En realidad, eres muy...

—Para. —dije manteniendo la firmeza en mi tono de voz. —Escucha, agradezco que te hayas tomado el tiempo de escoger un lindo regalo para Charlotte pero, no era necesario. Como dije, no es apropiado. —miré a la oji azul quien escuchaba atenta nuestra conversación. —Hija, por favor devuelve el obsequio a Christian y agradece. —ella al principio me miró con súplica pero al paso de unos segundos supo que no funcionaria por lo que, derrotada y triste, le regresó la caja de tamaño mediano forrado en rosa y un moño del mismo color. Los ojos celestes del chico me miraron con determinación.

—Muchas gracias Chris Chris. —El que lo llamase así, me traía varios recuerdos y memorias del pasado. Recuerdos en los cuales pasábamos buenos tiempos.

Aunque estos mismos ya hayan sido sepultados..

Después de todo, Christian jamás había sido malo o grosero con la niña, todo lo contrario.

—Es por él, ¿Cierto? —fruncí el ceño volteando hacía dónde éste estaba mirando detrás de mi.

Y sí, ahí estaba Niall. Observandonos con verdadero fastidio.

O más bien, observandolo a él.

Joder, si los ojos fueran pistolas...

—No sé de qué hablas...

—Por supuesto que lo sabes. —me dice —Desde que tú y yo estábamos juntos, todo iba perfecto hasta que él apareció.
Primero creí que sería una etapa para Charlotte la de estar conociendo por primera vez a su padre pero, al parecer no fué la única interesada en conocerlo. —entrecerré los ojos. —Es obvio que sucede algo entre ustedes.

—Lo que pase o no en mi vida o en la de mi hija, ya no te concierne. —alego con molestia.

—Solíamos llevarnos bien Meredith, tú fuiste cambiándome poco a poco. Dejaste de prestarme atención y se la diste absolutamente toda a él.

—Entonces estabas celoso y solamente decidiste dormir con otra mujer. —no respondió —Lo que pasó fué que tú te acostaste con tu secretaria y eso ya todos los sabemos. Tú lo arruinaste, tú fuiste el infiel, tu me traicionaste y traicionaste toda la confianza que yo estúpidamente deposité en ti. Así que no quieras venir aquí y excusarte dandotelas del santo y la víctima porque no te queda. Te pido muy amablemente que te vayas de aquí.

—Ya no peleen. —escuchamos la voz de Charlotte un poco cohibida.

—Tu y yo necesitamos hablar.

𝐑𝐄𝐌𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑  |njh| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora