En una noche de copas llena de coqueteos, Meredith termina en la cama de uno de los artistas más conocidos en el medio por su participación como ex integrante de la boyband más famosa en todo el mundo.
Accidentalmente, un embarazo la rodea y tiene q...
Termino de arreglarme para otro día más de trabajo. Me sentía en la necesidad de verme mucho mejor que de costumbre así que ésta vez opté por un buzo rojo, una falda negra y unos tacones negros altos. Me puse un abrigo largo y calentito color café claro. Ya estaba maquillada y perfumada lista para salir de casa.
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(...)
Bajo las escaleras encontrándome a Blanca y Charlotte desayunando. Karla había llegado, ella es la mujer que me ayuda con el aseo de la casa. Prácticamente mi ama de llaves.
—Buenos días. —saludo.
—Buenis días señora Grey. —dicen Karla y Blanca al unisono.
—Mami, Karla me hizo panqueques en forma de estrellas. Las frambuesas son sus ojos. —me inclino un poco para mirar y es cierto.
—Hay que agradecerle a Karla entonces.
—Gracias Karla. —responde Charlotte con las mejillas llenas de panqueques. Me reí por su expresión.
—Por nada linda.
—Bien, tengo que irme. —les digo —Regresaré ántes ¿Bien preciosa? —le doy un beso en la cien a mi hija.
—¿Chris Chris Vendrá también?
—Así es, vendremos juntos. —tomo mi bolso —nos vemos luego cariño.
—Adiós mami. —me encanta, me enamora cuando ella me abraza o me regala un beso en la mejilla. Juro que mi corazón se llena de felicidad.
(...)
Acabo de llegar al estacionamiento y pocisiono el auto correctamente. Salgo de éste poniéndole los seguros y me adentro al elevador para subir hasta el piso diez.
Salgo de éste recibiendo los buenos días por parte de los empleados de mi área. Les devuelvo el saludo hasta adentrarme a mi oficina.
(...)
—Jane, necesito que le lleves estos papeles a Malcom. Dile que los envíe por fax a la agencia de New York en cuanto estén listos.
—Sí licenciada. —Jane se levanta de su escritorio con los papeles en las manos.
El reloj marcaba las diez de la mañana, era hora de el desayuno para mí. Usualmente siempre desayuno y almuerzo en el trabajo.
—Vaya obra de arte que tengo enfrente. —una voz a mis espaldas se hace presente, volteo y es cuando veo a Christian con semejantes pintas.
En verdad, se vé jodidamente bien.
—¿Es en serio Brice? —pregunto incrédula.
—Así es. Espero que aceptes cuando te pida en los próximos segundos que salgamos a comer algo ahora.
