22. | Crying.

2.4K 141 43
                                    

Capítulo 22.

Niall

Pequeñas gotas de sudor caían por mi frente. No dejé de correr por ello, sino fué hasta que mi teléfono comenzó a sonar. Me retiré los audífonos y atendí la llamada deteniéndome cerca de un árbol.

—¿Harry?

—¡Me ha dado su número, joder!

—¿Quién? —fruncí el ceño.

—Nataly, ahora me debes trescientos dólares amigo. Te recuerdo que dijiste “estoy seguro que no te dará su número, ella es linda y tú eres feo amigo”, ¡Pues aquí está tu feo querido!

—Demente, no tienes remedio. —reí.

¿Y tú?, Eres la puta manzana de la discordia. ¿Cómo van los trámites?

—De la mierda, mañana es la audiencia en los juzgados y en cierto punto me siento mal.

—Deberían, y digo deberían tanto tú por comenzar una disputa entre lo que comenzaba a ser una amistad y ella por negarte algo que prácticamente es tu derecho.

No era una simple amistad.

—Ah, claro. Follaban amistosamente. Pero es igual.

—Me odiará aún más cuando le diga que el juez me ha pedido una prueba de paternidad como simple requisito a rellenar.

—¿Dudas que Charlotte sea tu hija?

—Por supuesto que no, ¿Sabes?, ella se parece tanto a mi. Siento que incluso más que Camila. A las dos las amo, las adoro. Reitero, es un requisito que me parece tan estúpido.

—Es la ley amigo. Aunque te daré un consejo, por experiencia; no pelees con ella. Idvdvvd d d vzntenta llegar a un posible acuerdo con Meredith. Uno en el que participen sus abogados. Así gané la custodia de mis hijos. Pero eso nyzhdho quiere decir que tú tengas todas ldadvbdhshs de ganar.
Yo lo logré porque Martha es una adicta, tenía antecedentes penales y yo nisiquiera dbjdjdlo sabía. Merehdhdhdith en cambio no, su expediente está más limpio que un puto quirófano. Tiene un trabajo estable, mismo que le permite darle el nivel de vida en forma económica y ética a su hija. Además, yo creo que no es una mala madre y como tú mismo me dijiste, están por ascenderla al mejor puesto en su empresa. Aunque tienes las posibilidades también, están en un 50 - 50.

¿Qué?, ¿Cuándo estudiaste leyes y te convertiste en su adulador?

—No la estoy adulando, sólo digo lo obvio. Mira, ¿Sabes cuándo dinero tienes en el banco?, Bueno, si lo sabes; es tujdhdhdjdbdjdjhdjdhdhdjdcdyo, ¿Verdad? — Harry siendo Harry —Puedes contrdcvdvddvatar al mejor abogado ddghdvdbdhe la ciudad... igual que ella. Así que ahí lo tienes.

Tenía cierta gota de razón en sus palabras, estamos hablando de cantidades. Imagino que también de calidad pero esa no es la cuestión. El verdadero problema aquí es tratar de convencer a Meredith de llegar a un acuerdo en el que ámbos salgamos beneficiados. Fin de la discusión.

—Te llamaré más tarde. —sin esperar respuesta alguna, colgué la llamada y corrí nuevamente de regreso.

Como dirían los latinos.

Se me prendió el foco.

✴️✴️✴️

—¿Le diste tu número? —asintió frenética. —Planeas decirle, ven amigo, ya traigo el sombrerito listo para montarte, ajua. —me levantó el dedo medio —Ya, apenas y se conocen.

𝐑𝐄𝐌𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑  |njh| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora