44. | Catarsis.

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Capítulo 44.

—El rojo es la kriptonita de los hombres, úsalo y verás que te va a ir genial. —me anima Firial pero desisto.

Estoy que me hago en los calzones de solo imaginarme la cara que Maura pondrá cuando me vea llegar.

Muero de los nervios y faltan solo treinta minutos.

Lista, maquillada, peinada y perfumada, opto por algo casual.

¡Joder, solo es un almuerzo Meredith!

Me reprendo a mi misma reparando mi aspecto en el espejo enterizo de la habitación.

Vaqueros negros ajustados, botas de tacón, blusa de licra blanca ceñida y una chaqueta de cuero negra.

Una vez más hasta que logre apaciguar los nervios.

—Estás perfecta, solo sé tu misma, no dejes que la mujer te amedrente. —inquiere Natalie—, Ven. —me aplica otra capa de gloss y otra de perfume.

—Es demasiado. —le hago saber y ella me hace un ademán prestándole importancia.

Suspiro.

No tienen remedio.

El timbre suena en la planta baja y siento mi corazón latir a mil por hora.

Ya llegó.

Charlotte deja a un lado el iPad con el que se entretenía y nos atropella a las tres corriendo a abrir la puerta. Inmediatamente salta a los brazos del castaño llenándolo de besos como si no lo hubiera visto en años.

Y solo pasaron cuatro días.

—Bien, nosotras nos vamos y cualquier cosa... nos llamas cariño —se despiden con un beso en la mejilla y de igual forma con Charlotte y Niall. Salen y el irlandés me mira apoyado del marco cuando ya ha bajado a la niña.

—¿Demasiado informal...? —pregunto con los nervios a flor de piel y él solo ríe.

—Estás perfecta. —avanzo hacia él rodeandolo con mis brazos. Deja los suyos sobre mis hombros y nos besamos disfrutando la cercanía del otro. —Preciosa, como siempre... —susurra sobre mis labios.

—Oigan, sigo aquí... —Charlotte se cruza de brazos intentando salir del abrazo accidental.

Nos reímos.

—¿Están listas? —asentimos.

Tomo mi bolso y mis llaves saliendo del apartamento.

El camino y trayecto en el auto es más presión para mi pecho. Siento el galope desbocado de mi corazón estamparse contra mi tórax.

No quiero otra contienda.

Hoy iremos al departamento de Niall, la idea es un almuerzo tranquilo para "limar las asperezas" y conocer a su familia. Tal parece que la única a la defensa es Maura. Cuando Niall me hizo la invitación, dijo que había sido idea de su padre quien por cierto ya estaba en la ciudad.

Me aterré aún más.

Pero pasó.

Quiere conocer a Charlotte en persona y por lo que Niall comentó, también a mi.

Sabrá Dios porqué.

Siento la mano de Niall colarse entre las mías cruzadas en mis piernas.
Todo me tiembla y él lo nota.
Entrelaza nuestros dedos y la lleva hasta su boca dejando un beso sobre el dorso.

—Tranquila —me anima—, te van a cer muy bien, ya lo verás, son buenas personas. —explica—. Y por mamá... prometo que se va a comportar. Hablamos, papá habló con ella y prometió intentarlo esta vez. Todo va a estar bien. —asiento en silencio sintiendo el nudo en el estómago apretujarse con más fuerza ante la mención de su madre.

𝐑𝐄𝐌𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑  |njh| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora