57. | Egoísta

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Capítulo 57.

Meredith

Doy un último vistazo hacia mi reflejo frente al espejo.

Luces bien.

Después de casi dos meses sin poner un pie en la empresa, hoy es el día.

Varios días han pasado desde aquel emotivo episodio que tuve con Charlie. Reflexionar con ella dormida entre mis brazos, me hizo pensar mucho mejor las cosas.

Todos tienen razón.

No he sido una buena madre.

Ni hermana, ni hija.

Pero quiero o al menos intento cambiar eso.

Hoy empiezo de nuevo.

¿Estoy nerviosa?

Por supuesto.

No tengo los ánimos que debería tener, mucho menos las ganas de enfrentar los asuntos que por ley me corresponden.

Retomar mi vida.

Suena tan abrumador.

Deslizo las manos sobre la gabardina de cuello alto azul marino la cual luce perfectamente pulcra. Retoco el maquillaje y me aseguro de que no quede ni una sola hebra despeinada en mi cabello.

Después de rociar loción en las zonas específicas de mi cuello, me encuentro lista. Tomo mi bolso y me dirijo hacia la puerta de la habitación.

Mamá no tiene idea de esto.

Alec muchísimo menos.

Mis tacones resuenan en la escalera, últimamente con las terapias de Jack, he recuperado mayormente la movilidad de mi pierna. Sigo teniendo quejas y algunos dolores, pero nada que no pueda soportar.

—¡Que bonita, mami luce como toda una princesa! —Charlie camina en mi dirección dando saltitos. Está vestida con su uniforme habitual del colegio, ella me abraza y yo le correspondo peinando con ternura una de las colitas con las que luce peinada.

Mamá me observa perpleja, con las manos sobre el pecho y no duda en acercarse a mi. No hay palabras, solo silencio y los tarareos por parte de mi hija.

—Hoy iré contigo a la empresa. —murmuro mirando fijamente a Alec, quien asiente sonriente y relajado con las manos en los bolsillos del pantalón de su traje.

—Me parece perfecto. —camina con ese andar apaciguante, característico de él—. ¿Nos vamos? —planta un beso sobre mi frente y yo asiento. Mamá besa mi mejilla susurrando un "te quiero" y se despide de Charlotte, quien se coloca la pequeña mochila rosa sobre los hombros. La tomo de la mano mientras Alec se despide de mamá, es así como nos marchamos y bajamos hasta abordar la camioneta que nos aguarda con un chófer nuevo.

Dalton.

[...]

Dejo una marca de labial sobre la mejilla de mi bebé cuando toca despedirnos y verla entrar alegre reuniéndose con Darcy dentro de las instalaciones.

Regreso donde mi hermano aguarda por mi, nos ponemos en marcha bajo su mirada interrogante.

Pero no dice nada.

En cuanto llegamos, Dalton se introduce al parking subterráneo dejándonos a nosotros en la entrada del gran edificio. Alec toma tu maletín y yo mi bolso. Ciertamente estamos combinados, ambos de azul oscuro, con gabardinas, maletín y bolso de cuero negro.

Suspiro, mientras obligo a mis pies a reaccionar.

Avanzamos adentrándonos en la corporación y la ola de miradas sorpresivas no se hace esperar.

𝐑𝐄𝐌𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑  |njh| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora