𝐑𝐄𝐌𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑 |njh| ©

55. | Efímero

Capítulo 55.

Niall

Interrogantes, solo... jodidas interrogantes.

Decido levantarme de la cama de una buena vez... pero no quiero. No lo deseo... no quiero hacer nada que no sea hundirme en mi propia oscuridad y desaparecer un rato de...

—¿Papi? —el dulce timbre de voz que me hace rotar la cabeza lento hacia la puerta, me pone alerta. Suspiro tranquilo cuando noto la pequeña carita de Charlie asomada, temerosa en el marco de la puerta. Con su pijama blanco y un osito de peluche que no suelta pues según escuché, le dijo a Denise que su madre se lo obsequió.

La ayuda a extrañarla un poco menos.

—Ven... —extiendo la mano invitandola a venir. Ella acepta adentrándose en la habitación, se retira las pantuflas y sube gateando sobre el edredón hasta meterse en este y abrazar mi torso. La atraigo hacia mi y la abrazo besando su coronilla en repetidas ocasiones. El olor a jazmines de su rubio cabello me tranquiliza.

Suspiro. —¿Dormiste bien, amor? —ella asiente y se inclina para besar mi mejilla. Sonrío —¿Te gusta tu habitación?

—Es muy bonita, sí. —me dice con cierta emoción— Cami y la tía Denise me ayudaron a decorarla... puedo mostrartela después.

—Eso me encantaría, preciosa. —le sonrío con más ganas y ella lo intenta de igual forma pero falla. Lo nota y baja la mirada. Algo le sucede—. Hey —la llamo— ¿Qué ocurre? —me mira— ¿Quieres contarle a papá que es lo que te aflige?

Vuelve a bajar la mirada y esta vez suspira con la mejilla recostada sobre mi pecho.

—Han pasado muchas semanas —murmura—, extraño a mami... —juega con las pequeñas arrugas de mi camiseta. Como si decirlo fuese algo malo.

—Mami está... —trato de decir—... ella necesita quedarse un par de días más en el hospital. Es para que esté bien... ¿Lo entiendes, cierto mi amor? —asiente con tintes de tristeza en el rostro.

—Ella estaba llorando... —confiesa—, mucho... mami nunca llora...

—¿Cuándo? —frunzo el ceño.

—Cuando la ví. Mi tío Alec me llevó a verla y después desperté aquí. —me cuenta— Tenía la carita roja... se sentía muy mal...

Todo en mi interior duele, se estremece.  Recordar la vez que visité el departamento después del incendio, mientras la policía tomaba pruebas irrefutables de que lo que había sucedido no había sido un accidente... quema como nunca.

El primer y parte grande del segundo piso quedaron en las ruinas.

Los momentos de paz y felicidad que pasamos ahí dentro, las veces que las visité... era como si todo se hubiera consumido en aquel ardiente fuego.

Cenizas.

Habían muchas cenizas.

Los empleados de Alec sacaron las cosas personales de Charlie y Meredith.

Lo que quedó de ellas.

Tal parece que han conseguido otro departamento. Alec me contó que aquel estaba a nombre de Meredith hace mucho tiempo pero yacía deshabitado. Lo he visto, es grande, lujoso... en una zona exclusiva en uno de los tantos pent-house de la ciudad.

Sarah y el mismo se quedarán durante un tiempo indefinido. Quieren acompañarla durante y después de su salida. Al menos hasta que le otorguen el alta del hospital.

Su hermano me mantiene al tanto de la situación... aún cuando ella no quiere nisiquiera mirarme o escuchar de mi.

Y desconozco la razón.