𝐑𝐄𝐌𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑 |njh| ©

15. | Fight (II)

Capítulo 15.

Listo, al parecer los padres de la niña aún no llegan pues fuí bla primera en presentarse a rectoría. Me encuentro parada detrás de Charlotte, sosteniendo sus hombros mientras esperamos frente al escritorio.

—Seguramente no tardan señora Grey, disculpe.

—Descuide —le respondo a la profesora. —Tendrás que disculparte Charlotte. —ésta vez observo a mi hija.

—Sí mamá. —se aferra a mis piernas.

Mientras acaricio el cabello en sus coletas, espero a que lleguen. Pero no tardan ni cinco minutos cuando la puerta se abre y me quedo paralizada al ver de quién se trata.

Entre ellos, viene la pequeña niña que luce de la misma edad que Charlotte. Su cabello igual es castaño pero sus ojos son color avellana. Abro completamente los ojos al fijarme en sus padres.

—¿¡Niall!? —digo realmente confundida.

—¿Mer? —responde éste.

—¿Papá? —Cuestiona Charlotte.

—¿¡Papá!? —La mujer que los acompaña luce igual de confundida.

—¡Él es mi papá! —la niña que ahora toma su mano, se aferra a ésta indispuesta a soltarla. —No es tuyo.

—¡Es mi papi! —Charlotte enojada, no es bueno. —¡Déjalo! —entonces corre hacia los brazos de Niall pero ántes de que pueda llegar, la niña la golpea en el rostro haciéndola caer. Charlotte no lo duda un segundo antes de golpearla de vuelta. Reacciono de inmediato al igual que Niall y su madre tratando de separar a dos pequeñas niñas con casi cuatro años más agarradas del cabello que ninguna otra mujer adulta celosa de su esposo.

—¡Charlotte, ya basta! —la reprendo una vez separada de ella.

—¡Camila! —Niall enojado, tampoco parece buena idea.

Supongo.

Entonces la niña tiene nombre, Camila.

—¡Señoritas! Éste no es un circo. Son niñas, no animales, compórtense!

Esto es una total mierda. —Necesito entender, ¿Señor Horan? ¿Quién de las dos es su hija?

—Ámbas. —responde.

Al parecer fuí la única en no protestar.

—¿Disculpe? —la directora frunce el ceño.

—¿¡Disculpa!? —la madre de Camila luce bastante molesta.

—Charlotte es mi hija, Camila también lo es.

—¿Cómo es eso posible? —nadie dice nada, entonces la profesora entiende —¿¡Usted se acostó con las dos!?

Vergüenza, eso es lo que siento.

Y no por haberme acostado con Niall Horan. Sino por qué hasta la directora de mi hija ventila mis intimidades a los cuatro vientos.

¿Mi rostro podría estar más rojo?

—Señorita Privett... —es lo único que digo.

—¡Lo siento! Lo siento mucho, yo no quería... —carraspea con incomodidad.

Si las miradas fueran armas, yo ya estaría más que acabada. No sé cuál sea el nombre de esa mujer pero me observa como si de la peor basura en la tierra se tratáse. —Ahora que estamos aquí, desearía hablarles sobre el comportamiento de sus hijas...señores. —agradezco infinitamente que cambie el tema. —Como saben, ayer se sucitó un incidente aquí en el colegio. Quiero aclarar como fué que sucedieron las cosas. Ahora, la profesora de las niñas nos dará su opinión acerca de ésto. Maestra... —la mencionada entra por la puerta principal, con un par de papeles en las manos.