29 | Rata rosada.

2.3K 130 122
                                    

Capítulo 29.

La puerta se cerró y con ella mi falta de intimidad.

Cubrí mi boca no pudiendo creer lo que acaba de pasar. Observé a Niall sobre mi, quien se encontraba en el mismo estado de shock.

Ambos soltamos una carcajada, quizás compartíamos el mismo sentimiento pero esto era demasiado cómico.

Mi niña pensando que era un abrazo, estaba mejor así.

Me levanté de la cama cubriéndome con una de las dos sábanas, la otra había quedado sobre el cuerpo del castaño.

—Dios, Niall. —seguí riendo mientras recogía mi ropa del suelo. —Vamos, hay que vestirnos. —Él se cubrió también pero esta vez parado de rodillas sobre el colchón.

—Ven. —lo miré —Ven aquí. —negué diciéndole que iría al closet. —Por favor Mer, ven aquí... —terminé cediendo y me paré justo frente a él.

—¿Qué? —por alguna extraña razón me sentía risueña al verlo sonreír. Toma mis mejillas y vuelve a pegar sus labios a los míos con suavidad. Cerré los ojos fundiéndome en aquella sensación de tranquilidad que su boca me transmitía. Sus palmas cubrían el 90% de mi cara, dejando mis orejas entre su dedo índice y medio. Le correspondí centrando mi atención en el cálido contacto que hacían nuestras lenguas jugueteando con lentitud y acaricié sus muñecas con mis manos.

—Esto lo tenemos que terminar después. —susurró a lo que yo asentí.

Me alejé jalándolo del brazo para llevarlo conmigo —vamos a ducharnos rápido.

—Podemos hacerlo en la ducha.

—¡Niall! —lo reñí y él se rió.

—Yo sólo decía... —pronunció antes de meternos al baño.

Señor, éste hombre me va a matar de ternura algún día.

🦋🦋🦋

—¿Lo viste?, se veían tan bonitos. Ellos son novios y se dan besitos aquí. —Charlotte apuntó a su boca con su pequeño dedo índice.

—S-Sí cariño, se estaban abrazando... —respondió el de ojos verdes ocultando su nerviosismo.

—Mi tío Niall era amoroso con tu mamá, Charlie. —contestó Eddie y Harry no supo que responder a eso.

—¿Qué pasó? —preguntó Natalie desde la mesa.

—Ya los oíste, se estaban abrazando. —siguió el rizado.

La pelirroja iba a contestarle cuando el ruido de unos pasos bajando las escaleras, resonaron por la sala.

Niall y Meredith bajaban de la segunda planta temiendo por el interrogatorio que Harry les iba a dar.

—Conejos... —murmuró el último entrecerrándo los ojos y negando a la vez.

—Oye mamá —Charlotte se acercó a ellos captando la atención de los adultos. —¿Yo también puedo abrazar a Eddie como mi papá te estaba abrazando?

—¡NO! —respondieron los tres al mismo tiempo exaltados por la pregunta de la niña.

—Ósea, tú... puedes abrazar a Eddie pero... uhmm... así como... —llevé mi mirada hacía Niall suplicándole ayuda.

𝐑𝐄𝐌𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑  |njh| ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora