𝐑𝐄𝐌𝐄𝐌𝐁𝐄𝐑 |njh| ©

51. | Regreso

Capítulo 51.

Meredith

Jen...

"Si, ahora quiero que me desnudes y me folles sobre esa cama, no está en discusión, bello irlandés."

—¡Mer! —reacciono ante el llamado de Natalie quien aletea la mano frente a mi rostro mientras remuevo con la pequeña cucharita mi té de frutos rojos—comienzo a creer que si consumes cannabis de vez en cuando. Te das unos viajes...

—Perdón, ¿Qué me estabas diciendo?

—Que si quieres que le lleve esto a Christian. —apunta los papeles sobre mi escritorio y asiento.

Mi hora de salida se acerca y siento que me va a explotar la cabeza. Estoy hambrienta y cansada, además, Charlotte saldrá pronto de sus clases vespertinas de gimnasia, la pequeña me rogó para que la dejara ingresar pues sus amiguitas del colegio estaban dentro la mayoría. Camila y Darcy están en las mismas y pues que mejor que tenga un pasatiempo que le guste

Le explico rápidamente a Natalie lo que tiene que hacer antes de irse. Ella se marcha acatando las órdenes mientras yo me dispongo a ordenar mi escritorio para mañana.

Tomo mi bolso, abrigo y móvil, salgo, me despido de Jane, y de los recepcionistas de área que me topo cuando saludan. El ballet me entrega las llaves de mi auto y prosigo a marcharme montada en este.

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—¿A dónde iremos, mami? ¿Iremos a casa? ¿Papi ya llegó? —Charlotte cuestiona aleteando las piernitas que quedan al aire con ella sentada en la parte trasera del auto.

—Papi llegará en un par de Días y no iremos a casa. —respondo y ella me deja prácticamente sorda cuando suelta aquel gritito de emoción al leer el gran letrero de McDonald'S en el autoservicio. No necesito preguntar que quiere pues siempre pide exactamente lo mismo. El altavoz con alguna persona al otro lado nos pide atender la orden— Quisiera una cajita feliz todo incluido, un helado de chocolate tamaño medio, una canasta grande de nugetts de pollo, una hamburguesa doble con papas y extra queso tipo americano...

—¿Cheesy búfalo?

—Exactamente. Un helado de oreo tamaño grande y... sí, más papas fritas. Y para tomar, dos coca colas grandes. —termino.

—¿Eso sería todo?

—Tiene razón, también un McFlurry de MM... ahora si, es todo. —el chico me pide amablemente avanzar a ventanilla donde le doy mi tarjeta un momento y me la regresa de igual forma con un tiquete de compra.

—En la siguiente ventanilla estará su pedido. —agradezco y avanzo unos metros adelante deteniendo el auto. Otro chico me entrega las grandes bolsas de comida. Las coloco perfectamente entre la palanca de cambios y el asiento de copiloto.

—Gracias. —reitero y avanzo hacia la autopista principal.

—Woooow, ¿Todo eso nos vamos a comer? —asiento observandola através del espejo.

Avanzamos de vuelta a casa esta vez, aparco en el parking subterráneo del edificio y juntas subimos hasta el ascensor con las bolsas de comida en mano. Al llegar hasta nuestro piso, con dificultad, logro abrir la puerta.

Muero de hambre, como si apenas hace unas horas no me hubiera atiborrado con la ensalada americana de Firial.

Charlotte cierra la puerta por mi cuando dejo todo sobre la mesa, no quiero esperar más, esa hamburguesa grita por mi. Le pido a mi hija que se lave las manos antes de comer, lo cual hago también.