😯Verdad Berck😯

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Desde que Eugene tenía memoria, siempre había sido tratado como el primer príncipe de Berck, desde muy pequeño sus padres le habían enseñado todos los valores que un rey debía tener, pero sobre todo que jamas debía dejar que nada le pasara a su pueblo, que su reino estaba antes que cualquier otra cosa, él en un principio no entendió mucho el porqué, pero a medida que fue creciendo el significado de aquellas palabras se hizo presente.

Su reino, su pueblo, su responsabilidad, todo lo que eran las personas, sus trabajos, sus familias, su vida en unos años le pertenecerían a Eugene, quien debía cuidar de ellos o al menos de la mitad de ellos ya que la otra mitad serían responsabilidad de Hiccup, su hermano menor, pero Eugene también tenía la responsabilidad de su hermano, su familia de sangre, Eugene debía ser el ejemplo para Hiccup, un buen ejemplo de cómo debía de comportarse un rey, desafortunadamente parece que no fue suficiente las enseñanzas de Eugene para Hiccup.

El día en el que Eugene conoció a Rapunzel, su mundo entero cambió, por primera vez se sintió libre de toda responsabilidad y atadura a la realeza, la chica de ojos esmeralda lo hacía perder esa parte responsable y sería que cargaba siempre, por un momento Eugene sentía que vivía la vida como una persona normal y eso le gustó, pero sin darse cuenta prestaba atención a Rapunzel pero descuidaba a Hiccup.

Eugene seguía con sus responsabilidades en el reino, pero en lugar de pasar tiempo con Hiccup al término de estas, como hacía antes, decidió darle prioridad a su novia, visitándola todas las noches, en su reino.

Esto paso hasta el día en el que ambos se entregaron en alma y cuerpo, el cumpleaños de la princesa fue maravilloso para ambos, pudieron demostrarse el amor que se sentían, pero para Eugene todo lo que sucedió paso demasiado rápido y algo borroso, esa noche sintió que se paso de copas con el vino, lo cual era raro porque recuerda que solo tomó dos, "vaya resistencia al alcohol" pensaba el chico mientras se encaminaba al establo de dragones, había pasado una semana desde esa noche con su chica y ansiaba verla, poder abrazarla y decirle lo mucho que la amaba, su Rapunzel.

Sus pensamientos se esfumaron en el momento en el que entró al establo, un quejido lo asustó, había una persona dentro y eso alarmó al príncipe, ¿acaso alguien trataba de robarse algún dragón de la realeza? Eugene camino con cuidado y observó a su alrededor, todo parecía indicar que el ruido provenía del último lugar, ese en donde se encontraba el dragón de su hermano Hiccup, ese establo era exclusivo de los reyes y los príncipes de Berck, por lo que solo 4 dragones se encontraban en el, dos de ellos estaban dormidos, los que les pertenecían a sus padres, su dragón se encontraba despierto esperando un vuelo nocturno como todas las semanas y al parecer Chimuelo también estaba despierto.

Agh...Chimuelo espera no...no—esa voz la reconocería en donde fuera era Hiccup, ¿que estaba haciendo su hermano tan tarde en los establos? Eugene apresuró el paso y se acercó al lugar, ahora entendía porque su dragón no había atacado, su hermano no era una amenaza.

Hiccup—las palabras quedaron atoradas en la garganta del chico al encontrar la escena, lo primero en lo que sus ojos se posaron fue en el imponente dragón negro, ese dragón que su hermano ágilmente había logrado domar desde que era un niño, su inseparable amigo, ahora tirado boca arriba cubierto de sangre y al recorrerlo con la mirada Eugene noto que en su cola, en donde deberían estar dos alas pequeñas, solo había una, el dragón se veía cansado, todo lo contrario a cómo siempre lo veía; pero lo que lo preocupó más fue cuando vio a su hermano, su responsabilidad, con una armadura y un casco, pero con una flecha enterrada en la pierna, la cual sangraba mucho—PERO QUE TE PASO—Eugene comenzó a hiperventilar y sintió una horrible punzada en el pecho, como si no pudiera respirar.

Por mi reinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora