Por mi reino

🔹Arendelle🔹

Apenas pusieron un pie en el castillo y ya se escuchaban las voces de ambas princesas en el segundo piso, gritándose y amenazándose, como siempre.

Los reyes se miraron y con cansancio subieron las escaleras, al estar a la mitad escucharon un portazo que hizo que ambos se sobresaltaran. Anna se había encerrado en su habitación, de nuevo.

—madre, padre, no los escuché llegar—la mayor de las Arendelle era una chica ejemplar, digna del trono y eso lo agradecían infinitamente sus padres; desafortunadamente, pronto se dieron cuenta de que su hija sabía aparentar muy bien, sabía manipular a las personas, era un ejemplo a seguir por fuera, pero por dentro, ocultaba demasiado; nunca le había faltado el respeto a sus padres, pero a su hermana, ella era otra
historia.

—seguro que no—la reina sabía tratar a las personas, desde muy pequeña aprendió a leerlas y estudiarlas, sabía como debía comportarse con cada una y siempre quiso que sus hijas aprendieran eso, para su mala suerte Elsa sacó mucho de lo que ella tenía y lo volvió algo peligroso.

—¿que sucedió?—por el contrario, Agnar se veía calmado y sereno, y la mayor parte del tiempo lo era, pero cuando alguien lo retaba, podía ser el mismo diablo en persona.

—Anna, de nuevo, se enfadó—contestó con simpleza la platinada, como si eso no importara.

—y se podría saber ¿porque?—la reina ansiaba que sus hijas estuvieran a kilómetros de distancia, por fin el castillo estaría en paz y armonía.

—ya sabes, Anna se enoja sin motivo alguno.

—ESO NO ES CIERTO— la peli naranja al escuchar la respuesta de su hermana salió de su cuarto—ELLA ES LA QUE SIEMPRE VIENE A MOLESTARME.

—no tienes pruebas—la platinada contesto con indiferencia.

Anna estaba apunto de lanzarse contra su hermana.

—BASTA, LAS DOS A LA SALA AHORA— el rey estaba cansado de la actitud de ambas princesas, lo único que quería era que ambas se trataran como las hermanas que eran, que dejaran de pelearse por cualquier cosa y que el castillo por fin fuera un lugar tranquilo.

Ambas chicas miraron a su madre, la cual les dedicó una mirada enojada y siguió a su esposo. Por lo que Anna y Elsa no tuvieron más elección que seguir a sus padres.

Al llegar a la sala, el rey se sentó a la cabeza, Iduna a un lado de él y Elsa del otro lado; Anna se sentó a lado de su madre, quedando así lejos de su hermana.

—el rey solo suspiró— antes de darles el aviso, quiero que sepan que no se podrán librar de esto, las cosas ya están hechas y ya no hay nada que
hacer.

Ambas chicas fruncieron el ceño y escucharon atentas.

—su padre y yo hemos decidido enviarlas a una academia en Disworks, durante todo un
año— Iduna esperaba que ninguna reaccionara de una manera grosera o agresiva.

—¿¡¡QUE!!?—ambas chicas se levantaron de la silla de manera sorpresiva, haciendo que ambos reyes se sobresaltaran.

—dije que esto no está a discusión—el rey trató de calmarse y respirar profundo antes de que la poca cordura que le quedaba se evaporara y sus hijas por primera vez en sus cortas vidas lo conocieran enojado.

—pero eso no es justo, ¿porque a una academia?—la menor de las princesas estaba aún enojada y ahora confundida.

—porque es la única manera en que las controlaremos—la reina también estaba en la delgada línea entre la calma y comenzar a gritar— ya no sabemos que hacer para que se traten como hermanas, no tenemos ningún problema de disciplina mientras estén separadas, pero apenas se ven, comienza una guerra.

—sería más fácil si ella no existiera—Anna le dedicaba miradas asesinas a su hermana mayor, la cual solo se limitaba a quedarse callada y mantener su semblante
serio.

—ANNA, A TU HABITACIÓN, VE A EMPACAR.

—¿¡¡empacar!!? ¿Como porque?

—YA LO DIJE ESTO NO ESTÁ A DISCUSIÓN Y SI NO QUIERES QUE SEAN DOS AÑOS EN DISWORKS SERA MEJOR QUE VAYAS A EMPACAR, PORQUE EN UNOS CUANTOS DÍAS AMBAS ESTARÁN EN UN BARCO ASÍ LAS TENGA QUE AMARRAR AL MÁSTIL—Agnar estaba harto, en especial de la remilgosa de Anna, así tuviera que meterlas en sacos o esposar a ambas juntas, haría que sus princesas se comportaran y se llevaran bien, o que por lo menos dejaran de gritarse y matarse con sus miradas.

—NO ES JUSTO—con su típico berrinche la menor de las princesas subió a su habitación y cerró de un portazo para luego tirarse en la cama, poner sobre su cara una almohada y gritar maldiciendo a Elsa y culpándole de lo sucedido.

La mayor solamente se dignó a permanecer en calma y callada, aunque no pudo evitar sonreír cuando reprendieron a su hermana menor por su comportamiento.

—¿tu también estás en desacuerdo?—también estaba dispuesto a gritarle a su hija mayor si era necesario.

—no—la simpleza de la respuesta dejo a ambos reyes boquiabiertos, creían que ella sería la del drama— entiendo su preocupación y los comprendo, no me rebelaré ni haré una rabieta—como la futura reina de Arendelle, Elsa sabía lo importante que era no oponerse a sus padres, solo una vez la amenazaron con el trono y esa vez fue más que suficiente para mantener su compostura.

—eso...eso está...bien...
gracias—Iduna se quedo sorprendida, o era muy buena mintiendo o de verdad les estaba haciendo un enorme favor.

—no es nada, soy su hija, si ustedes dicen que eso ayudará a que mi hermana y yo nos llevemos un poco mejor, confiaré en ustedes—la platinada sonrió de lado.

—entonces está hecho, no hay vuelta atrás y no podrás salir de la academia—Agnar quería estar seguro de que Elsa comprendiera los términos antes de aceptar.

—no sería muy diferente a Arendelle, podré manejarlo— la princesa se giró sobre sus talones y camino lentamente hasta la puerta de salida del comedor—con su permiso, iré a
empacar.

Sin saber que decir o hacer los reyes se miraron e inconscientemente una pequeña sonrisa surco sus labios, ya se veían despertando en las mañanas por la luz del sol pasando a través de la ventana y no por los gritos y reproches de sus hijas atravesando las paredes.

Por primera vez en años el castillo estaría en paz y silencio, un ambiente puro y limpio que dejara a ambos realizar sus labores.

La rubia subió hasta su cuarto y comenzó a sacar cosas de su armario, varios pares de ropa y zapatos junto con muchos brazaletes y collares con piedras preciosas y muy costosas, todo lo fue esparciendo en la cama, ya llamaría a alguna sirvienta a que acomodara todo en la maleta; por el momento ella solo tenía cabeza para su plan, como se "llevaría bien" con su hermana menor, era de suma importancia que sus padres creyeran que la academia las había cambiado para bien y las había ayudado a ambas a tener una relación más sana. No iba a permitir que todo por lo que trabajo y todo lo que hizo se fueran por una cañería, solo porque la odiosa de la princesita mimada de su hermana la detesta.

"Haría cualquier cosa por esa corona, incluso volvería a hacerlo si te interpones en mi camino, hermanita" murmullo la rubia en la obscuridad de su habitación.

Todo por su reino

Estoy mas que segura que hasta este punto de la historia tienen mas dudas que tarea 😂 pero tranquilos poco a poco esas dudas se irán resolviendo, no se desesperen, ya que, sin misterio esta historia no sería una historia.😉

Sin más que decir:

💙Hasta que nos volvamos a leer🖤