Por mi reino

▫️Berck▫️

Los reyes regresaban al fin del largo día que habían tenido, ninguno mencionó nada de la academia, no sabían que decir.

—gracias—la reina quería en verdad tener la conversación con su esposo antes que con sus hijos y decidió empezar de una manera dulce y tierna.

—¿porque?—el rey no se esperaba el agradecimiento.

—por tomar mi opinión en cuenta, noté que los demás reyes y reinas no lo hicieron y por eso te lo agradezco, por ser diferente a los demás—sonrió sinceramente después de tales palabras, en verdad agradecía que su esposo fuera así de cariñoso con ella.

—por unos segundos el rey se sorprendió pero terminó correspondiéndole el gesto—eres mi esposa Valka, la mujer que amo—las palabras de Estoico golpearon a la reina, al recordarle la tragedia de su pobre hijo Eugene.

—quiero que inscribamos a Hiccup y Eugene a la academia, ¿estarías de acuerdo?

—si crees que es lo mejor para ellos, no me opondré—el rey conocía perfectamente a sus hijos, sabía que estaban pasando por una etapa difícil y más con los acontecimientos que ocurrieron.

—estoy segura de que eso ayudará a ambos, necesitan socializar, hacer amigos, conocer chicas—lo ultimo lo dijo con una pizca de dolor, no quería que sufriera por amor, no de nuevo.

—estás consiente de que si los enviamos a Disworks, estarán lejos de nosotros—el rey tomó las manos de su reina entre las suyas—de nuestra protección.

—estoy consiente de ello, necesitan su espacio, necesitan que dejemos de estar siempre en su vida, porque...también estoy consiente de que no siempre estaremos ahí para ellos.

—el rey asintió, el lo sabía— hablaremos con Pitch y haremos hincapié en que queremos que le ponga especial atención a nuestros hijos; cualquier cambio en Eugene o intento de escape en Hiccup, tendremos que ser los primeros en saberlo e inmediatamente estaremos ahí—Estoico paso un brazo por los hombros de Valka y le dio un tierno beso en la coronilla, su esposa se veía más apagada y sola desde que se enteró de la ruptura de Eugene y los tratos de Hiccup, ¿que había pasado con sus pequeños que antes jugaban y se divertían con la naturaleza? ¿Porque ahora eran así? ¿Que había hecho mal? ¿En que se había equivocado? No lo sabía, ya no conocía a su familia. Todos parecían unos extraños, se trataban con respeto, pero, ya no era lo mismo.

Berck estaba un poco lejos de Disworks pero no tardaban más de 6 horas en llegar.

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Como siempre ambos castaños recibieron con una sonrisa y un abrazo a sus padres, puras apariencias.

—madre, padre, que bueno que llegan, ¿como les fue?— el oji verde fue el primero en abrazar y recibir a sus
padres.

—tenemos que hablar—Estoico sonó frío e imponente, algo que hizo que ambos castaños fruncieran el ceño y se preocuparan, su padre jamás había sido así con ellos, nunca había hablado de esa manera, solo una vez en su vida lo hizo y nada salió bien.

Valka los miro con preocupación y tristeza, se iba a separar de ellos durante todo un año, le dolería demasiado, pero ya no sabía que más hacer, esos pequeños habían crecido y ya no eran personas de bien, algo cambio en ellos y su madre se sentía culpable.

La familia entró al castillo y se dirigieron al comedor, todos se sentaron y el rey ordenó que sus guardias se fueran, por unos minutos el silencio fue la única melodía del lugar, Eugene jalaba las mangas de su traje blanco, por nervios y...por tratar de ocultar su dolor; por el contrario Hiccup trataba de descifrar la mirada de su padre. Su madre era muy sentimental, pero su padre era el más difícil de predecir, si se notaba enojado sabía que o él o su hermano hicieron algo mal, si estaba triste era que se sentía decepcionado, no de ellos, si no de sí mismo; desafortunadamente lo único que pudo observar en su rostro fue algo, que no sabía explicar, pero si tuviera que ultilizar una palabra, sería, neutral. No
había expresión alguna en el rostro del rey. Aún no.

—hijos—sus miradas se encontraron y Eugene se sintió muy pequeño ante esa mirada, Hiccup se asustó pero ambos mantuvieron su postura—irán a una academia—Hiccup estaba apunto de responder, pero el rey lo predijo y antes de cualquier movimiento, alzó la mano, deteniendo el hablar de su hijo menor—y antes de que empiecen a protestar les digo que esa decisión ya está tomada, los tramites ya se hicieron y se irán en una semana.

—¿una semana?—habló el mayor de los hermanos.

—¿irnos a donde?—esta vez pregunto el menor.

—la academia está en
Disworks—su madre respondió.

—y ¿porque no aquí, en el reino? ¿Acaso quieren alejarnos?—el menor de los príncipes conocía la debilidad de sus padres, atacarlos con lo que más les dolía, sus propios hijos.

—por supuesto que...—la reina fue interrumpida por su esposo, el cual notó las intenciones de su hijo.

—¡¡Valka!!—su voz se oyó más profunda y con un toque de furia—ustedes mismos nos hicieron tomar esta decisión, si tomaran enserio su papel en el reino, créanme, no estaríamos teniendo esta conversación, los que deberían sentirse decepcionados, son ustedes hijos, su madre los a solapado y consolado, PERO YA BASTA, la academia les enseñará modales, disciplina y lo mejor es que no podrán salir de ahí, apenas traten de poner un pie fuera, SERÁN SANCIONADOS, no los van a expulsar, ya hablamos con el director y créanme cuando les digo que de esta no se salvan. Ni una más. QUEDÓ CLARO—los príncipes asintieron, uno cabizbajo y otro con la mirada llena de odio—entonces será mejor que empiecen a empacar, mientras más pronto estén allá, mejor.

En el momento en el que sus hijos abandonaron la habitación, el rey se recargó en la mesa y las lágrimas que había contenido durante todo el viaje, salieron, su esposa se le unió y lo abrazó. "Hicimos lo correcto" se repetía una y otra vez, mientras ella solo asentía y lo estrujaba entre sus brazos. Sin duda alguna esa era la decisión más difícil que jamás creyeron tener que tomar. Pero sería lo mejor. Sus hijos necesitaban asistir a la academia, necesitaban aprender de las consecuencias, necesitaban ser mejores personas y regresar al camino del bien.

Por su reino