El silencio inundó los túneles, nadie tuvo el valor para preguntarla a Hans nada y eso solo hizo al chico sentirse estupido, de nuevo las personas lo miraban con lastima y parecían tener miedo de siquiera respirar, todo con tal de no hacerlo derrumbarse, odiaba ese sentimiento, esa mirada en la cara de todos hacía más intensas las voces, algo que lo preocupo.
Elsa sentía mal por Hans, sabía lo horrible que podían llegar a ser los recuerdos, con la mente no se jugaba, era peligroso vivir experiencias como las vividas pero una vez pasadas no se podía hacer mucho, todos debían afrontarlas y seguir con su vida, no había nada que se pudiera hacer, excepto apoyarse, la princesa de Arendelle se estiró y tomó la mano del pelirrojo, cuando sus ojos conectaron ella le brindó una sonrisa tímida lo que hizo que las voces se callaran súbitamente y el chico pudiera respirar tranquilo.
—gracias por ser sincero con nosotros, prometo que nadie sabrá la verdad del reino de las Islas de Sur—Elsa quería poder confiar en los chicos presentes, quería tener amigos en los cuales confiar y la comprendieran, justo igual que Hans.
—gracias a ustedes por comprenderme, no necesito solidaridad o lastima, no quiero que se comporten diferente
—nadie quiere eso Hans, no queremos lastima ni sentir que somos un acto de caridad por lo que vivimos, somos lo que somos por lo que pasamos y a quien no le guste se puede ir al infierno—Mavis hablaba con todos los sentimientos encontrados a lo largo de la sesión, era verdad, nadie quería que lo hicieran sentir vulnerable, era la peor sensación del mundo.
—nuestros secretos no deben definirnos, somos fuertes y si pudimos con ellos podemos ahora con esto ¿si?, solo se sincero con nosotros Hans y si alguna vez necesitas de nuestra ayuda o que hagamos algo por ti no dudes en pedirlo, pero la iniciativa deberá venir de ti ¿de acuerdo?
—lo entiendo, aprendí hace mucho que ya no soy un niño y debo hablar para pedir lo que quiero o necesito, gracias Rapunzel—Hans agradeció a la rubia que le había dado las palabras más sinceras e importantes de su vida, unas que había deseado escuchar desde hacía años.
—igual para todos, debemos hablar si alguna vez nos sentimos perdidos, porque todos estamos en la misma situación y será difícil afrontarlo solos—Anna quería sentirse comprendida, esta situación era nueva y muy poco ordinaria por lo que quería asegurarse de que todos comprendieran que estando en las mismas no podían abandonarse.
—de acuerdo sabiendo esto, continuemos, es tu turno hermano—Rapunzel le dedico una media sonrisa a su hermano a la vez que intentaba tomar su mano en señal de apoyo, pero Kristoff la retiró bruscamente y con un suspiro firmó su sentencia
—solo...promete que no me odiaras—la mirada del chico hacia su hermana decía más que un lo siento, sus sentimientos se reflejaban en sus ojos
—¿porque te odiaría?—Rapunzel parecía asustada y su confusión aumentó más cuando su hermano le dirigió una rápida mirada a Eugene, estaba confundida y muy asustada
—en verdad lo siento—y con esas palabras el rubio menor del reino de Corona firmo su sentencia la que lo condenaría al odio del principié de Berck pero mas importante al odio por parte de su hermana.
Por mi reino
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Por mi reino
Fanfiction7 reinos, 10 futuros herederos al trono, una academia y muchos secretos. Los futuros príncipes y princesas se verán obligados a asistir a la academia más prestigiosa, Disworks, donde no hay rivalidades ni favoritos; donde las apariencias pueden eng...