▪️Transilvania▪️

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Al rey Dracula solo le tomaron un par de horas llegar a su reino, pronto estaría de vuelta y necesitaba enviarle el dinero a Pitch, no supo en que momento las palabras salieron de su boca y sin pensarlo acepto algo en lo que no estaba de acuerdo. Pero tampoco quería ser grosero, todos los demás reinos donarían y no quería que lo vieran como un rey tacaño, así que dejo de arrepentirse.

Al llegar a su castillo lo primero que hizo fue bajar las escaleras hacia el cuarto más obscuro, tenebroso y polvoriento de todos. El cuarto de la difunta reina de Transilvania, su esposa.

Dos días después de la muerte de Martha, Dracula mando hacer el cuarto en la parte subterránea del castillo, solo para alejar los recuerdos de su habitación y tener un lugar donde colocar el ataúd.

No le gustaba ir ahí, le traía muchos recuerdos dolorosos, pero lo hacía porque su hija, Mavis, siempre iba cuando se sentía triste o enojada, incluso cuando no podía dormir. De alguna manera ese lugar la alejaba de las pesadillas y le permitía descansar.

Al llegar a la habitación, Dracula observo a Mavis, la cual se encontraba sentada, con su cabeza y brazos sobre el ataúd de su madre, dormida, sus cortos cabellos negros tapaban parte de su cara. El rey los retiró y besó su frente tratando de no soltar algunas lágrimas que amenazaban con salir.

pequeña, despierta—el rey movió suavemente el brazo de la peli negra tratando de despertarla.

hmm, ¿papa?—la princesa abrió lentamente los ojos y al divisar a su padre se estiró y se levantó de la silla abrazándolo—regresaste.

—la reunión fue rápida, ya sabes—Dracula le regresó el abrazo y besó su coronilla—la cena esta lista, ¿subimos o prefieres que lo lleven a tu habitación?

—prefiero ir al comedor—la voz de Mavis sonaba triste y un poco rasposa, delatando que había llorado.

entonces subamos.

El rey y la princesa subieron las escaleras y se dirigieron al comedor, donde la cena, como ya había dicho Dracula, estaba servida. El rey se sentó a la cabeza de la mesa y Mavis a un lado de él.

El silencio ponía incomodo al rey, por lo que trataba de hacerle conversación a su hija, desafortunadamente, Mavis contestaba cortante, ella prefería el silencio.

Tan pronto como ambos terminaron de comer, Dracula se retiró a su despacho dispuesto a mandar el dinero a la academia Disworks. Pero apenas se sentó, tocaron a la puerta.

adelante—la puerta se abrió dejando ver a su hija con un semblante tranquilo pero a la vez curioso—Mavis ¿que sucede?

oh nada, solo pasaba en busca de un libro para leer y des aburrirme ¿puedo?

sabes que si hija—el rey volvió a sus asuntos sin notar que Mavis se acercaba a su escritorio, haciendo como si buscara un libro en los estantes.

—¿que haces?—la voz de la princesa sobresalto un poco al rey, que a pesar de saber de su presencia aún así se asustó.

mandando un poco de dinero a la academia Disworks—contesto con simpleza el rey.

—¿academia? Como ¿una escuela?—la curiosidad de Mavis era muy grande.

si, las academias son escuelas, pero en esta te quedas allá durante todo un año.

—y ¿llevas uniforme?

sí, ¿porque preguntas?—el rey comenzó a ver las intenciones de su hija.

Por mi reinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora