😧Verdad DunBroch😧

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La princesa Merida, futura hereda a la corona del reino DunBroch hubiera dado todo por jamás ser llamada así, desafortunadamente era la mayor de sus 3 hermanos por mucho, así que en cuanto menos lo esperara sería coronada y sus libertades acabarían.

Todo en su reino estaba perfectamente organizado, nada podía estar fuera de su lugar de lo contrario su madre enloquecería y armaría un alboroto, pero la princesa era muy distinta, tal vez haya sido educada con las mismas normas de su madre Elinor, pero definitivamente no era su madre, la princesa era una contradicción completa a lo que Elinor representaba, desastre era como la mayoría de veces solía escuchar a su progenitora llamarla.

Jamás fue una princesa convencional ni se guió por los ideales perfectos, muchas veces prefirió morir antes que convertirse en reina, eso desde los 10 años, desde que su vida comenzó a tornarse monótona y su madre adquirió mucha rectitud y firmeza para educarla, desde ese momento Merida se dio cuenta que no quería nada de eso, no quería portar una corona sobre su cabeza si ello significaba servir solo de adorno, por que así sería, ella era mujer y en el reino de DunBroch las mujeres no gobiernan solo imponen; en el momento en el que fuera coronada los hijos de los líderes de los clanes se presentarían y competirían por su mano, el que demostrara ser mejor, más sabio, más fuerte y digno, sería con quien Merida debería casarse, eso ella no lo podía cambiar, era la tradición y para la familia eso siempre había sido lo más importante, no había otra manera, así los clanes se mantendrían unidos y el reino prosperaría otros 50 años o más, lo que durará el reinado del futuro rey y de Merida.

Un asco a su parecer tal tradición, forzada a casarse así como su madre, su abuela y todas las mujeres antes que ella, eso no era justo, ella podría gobernar sola y lo haría mejor porque conocía a su reino, conocía a su pueblo y sobre todo se conocía a si misma.

Merida sabía lo importante que era para su madre que ella siguiera la tradición pero pensó que tal vez si hablara con Elinor y le hiciera ver que ella por si sola es capaz de gobernar todo sería distinto y por primera vez el reino DunBroch tendría una reina en solitario, pero la conversación no resultó bien, apenas Merida mencionó anular el matrimonio la reina saltó y negó la posibilidad, no había forma de romper una tradición de siglos, Merida se casaría con el hombre indicado le gustara o no, ni Merida ni su madre cambiaran su postura, ambas eran tercas y muy explosivas ninguna cedió esa noche y eso ocasionó una terrible tragedia.

Después de la intensa discusión con su madre la pelirroja salió echa una furia de la habitación de su madre y sin pensarlo dos veces se escabulló del castillo esquivando guardias y sirvientes, tomó a su caballo y desapareció entre la inmensidad del bosque, no se dio cuenta de a donde iba solo quería correr lejos, alejarse por completo de sus responsabilidades injustas, pero para su mala suerte no se dio cuenta que se dirigía a lo más profundo del bosque, la parte prohibida y peligrosa para la realeza, un lugar en donde solo se reunían los más peligrosos matones y cazarrecompensas, todos una bola de traicioneros y aprovechados, embaucaron a la princesa y rápidamente la sometieron, Merida reaccionó tarde pero fue suficiente para lograr tomar su arco de respaldo, ese que siempre tenía en caso de emergencia.

Los bandidos se quedaron quietos ante la flecha apuntando sus cabezas, Merida se veía segura pero por dentro su corazón palpitaba muy rápido y sus manos le sudaban, tenía miedo pero no lo demostraría, no hasta estar a salvo, cualquier movimiento en falso y ella dispararía pero al más leve titubeo los bandidos la apresarían.

—¿que quieren de mi?—la chica trató de que su voz sonara firme y en ningún momento se quebrará a pesar de los nervios que la consumían

nada bonita, solo un par de monedas—contesto uno de los matones, el que se veía más intimidante y peligroso

lamentó decirles que las deje en casa, no traigo nada de valor conmigo

Por mi reinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora