Me desperté y Minho no estaba a mi lado. Me senté en la orilla de la cama y solo podía pensar que fué algo de no creer lo que me pasó ayer.
No sé cómo afrontar lo que sucedió, por suerte no pasó a mayores pero de igual forma estoy afectado... Me gustaría olvidarlo y ya pero apenas abrí los ojos lo primero en lo que pensé fue en eso.
Me levanté y busqué el baño.
Decidí darme un baño y luego lavarme los dientes, Minho ayer me había dicho dónde guarda cepillos de dientes nuevos.
Me miré al espejo mientras me lavaba los dientes, tenía un raspón en la punta de mi nariz y en mi pómulo derecho. Estoy tan feo, tengo mi cara toda hinchada y mis ojos más todavía.
Minho se siente culpable pero no es su culpa, ninguno de los dos imaginó que algo como eso podría pasar.
Al salir del baño ya listo busqué a Minho y lo encontré en su estudio escribiendo.
—Buenos días —dije entrando con cuidado.
Minho se levantó y se acercó a mi con una sonrisa pequeña.
—Buenos días, ¿Cómo te sientes? —me preguntó luego de haberme dado un abrazo.
—Bien, me dí un pequeño baño espero que no te moleste —le dije y Minho pasó su dedo por la punta herida de mi nariz.
—Lo lamento tanto, nunca dejaré de pedirte perdón —me dijo Minho y yo negué con mi cabeza —¿Quieres que te prepare algo de desayunar?
—¿Qué tienes? —le pregunté y Minho sonrió. Me tomó de la mano y fuimos a la gran y hermosa cocina.
—Soy bueno cocinando, dime algo y lo prepararé.
—Quiero helado de vainilla —le dije y Minho me miró con las cejas levemente fruncidas. —¿Qué?
—Estas bromeando —dijo Minho cerrando el refrigerador.
—No...
—¿Cómo vas a desayunar helado? Eso no es desayuno —me dijo Minho y yo reí —Te haré unos sandwiches y después puedes comer helado si quieres.
—Esta bien —le dije riendo un poco y tomando asiento en una silla que estaba frente a la isla de la cocina.
Minho iba de allá para acá preparando el desayuno y yo no puedo dejar de pensar en que todo esto es extraño.
Es extraño en el sentido de que han pasado tantas cosas y en tan poco tiempo, pero creo que es porque Minho tenemos una conexión que va más allá. Puede ser que no sea así pero me gusta ilusionarme.
Es que no logro explicar cómo pasamos de nada a mucho, creo que es porque somos almas gemelas, solo espero que Minho se dé cuenta de eso también.
Luego de pocos minutos Minho terminó de preparar los sandwiches y nos fuimos al comedor.
—Han con respecto a la apuesta yo creo que podemos dejarla hasta aquí... No es porque perdí, claro que no, es por lo de ayer. —habló Minho mientras jugaba nerviosamente con la comida en su plato —Yo no estoy preparado para esto. Me alejo pero luego me siento mal porque no mereces ser tratado así pero yo... Porque...
—Está bien Minho —le dije poniendo mi mano sobre la suya —Ya no importa la apuesta, hagamos como que nunca sucedió.
—Pero no hablo solo de la apuesta... Llevo más de un año en soledad absoluta porque eso fue lo que quise, lo que busqué. No sirvo para relacionarme con las personas en un ámbito más allá de lo laboral, no sé tener amigos, no sé tener pareja... Ni siquiera hablo con mis padres.
—¿Quieres que te deje en paz? —le pregunté retrocediendo mi mano.
—No es tan así pero... Entiéndeme Han estoy tratando de ayudarte ¿Si? No quiero hacerte daño, si me hago daño a mi mismo está bien porque no estoy afectando a nadie pero si tu sigues intentando acercarte a mi vas a terminar muy mal —me respondió Minho sin poder mirarme a los ojos —Una vez intenté cambiar lo que soy y todo salió mal, no quiero pasar por más decepciones Han.
—Pero ya yo dije que correría con las consecuencias —le dije en un tono serio. ¿Por qué tiene que ser tan cabeza dura?
—No quiero que lo hagas. Tú no entiendes cómo me siento yo con todo esto —habló Minho —Mi ansiedad ha aumentado y no puedo ni siquiera trabajar correctamente. No puedo seguir pasando mis días preocupándome por no permitir que entres en mi corazón, en mi vida.
»Siempre siento que todos me van a dejar de lado y por eso no tengo a nadie ¿Si entiendes? No quiero arriesgarme a que tú también seas algo momentáneo, lo único que siempre he esperado que acabe es mi vida de mierda más nada.
Soy así Han y no puedo cambiar porque no quiero hacerlo.—Pero yo no te dejaré de lado si tú no me dejas. No puedes echarte a un pozo de soledad solo porque tuviste una mala experiencia en el pasado, yo puedo mostrarte que soy diferente —le dije y Minho negó con la cabeza.
—¿Cómo me lo vas a mostrar?
—Con el paso de los días verás que puedes confiar en mí, que no me iré, te lo demostraré con acciones, palabras todo —le respondí y Minho rió nasal.
—¿Sabés algo? Eso mismo me dijo él en el pasado. Por un año me demostró que sus palabras de que iba a quedarse eran reales, me hizo creer que sus palabras eran reales pero un día dejaron de serlo. A diferencia de ti yo no puedo aceptar que algo que quiero sea momentáneo, por eso me dedico a lo que me dedico, porque eso es algo que no irá nunca porque yo lo controlo.
—Tu tienes miedo, eso es todo —le dije y Minho se encogió de hombros.
—¿Y quién no? Después de haber dado todo y darse de cuenta de que eso no fue suficiente ¿Quién no tendría miedo? —me dijo Minho —Cuando sale una parte de tí que solo esa persona conoce, cuando sale el verdadero tu con esa persona y no tienes miedo de mostrarte y al final esa persona se va, ese tú también se va con esa persona. Ese Minho no volverá porque la persona que lo creo lo rompió en pedazos que no pienso buscar para unir.
—Pero puede haber otro Minho si quieres, no necesariamente ese.
—Han... Yo te estoy diciendo esto porque quiero ayudarte pero si tú no te quieres ayudar no puedo hacer nada contra eso. Te la vas a pasar mal, me voy a desaparecer, voy a ser grosero o mal educado aveces. Un día puedo ser cariñoso y al otro todo lo contrario porque esa es la manera en la que yo lidio con todo esto —habló Minho —Tomaré distancia sin avisar para poder romper con lo que pude haber construido el día anterior. Podrás creer que vamos bien pero llegará el día en el que me desaparezca de tu vida sin explicación, y eso sucederá cuando te ganes un lugar en mi corazón.
—Pero conmigo será diferente, verás que no vas a tener que sentir miedo y tampoco tendrás que alejarte —le respondí levantándome de mi asiento y sentandome en sus piernas —Yo te he buscado y amado por mucho tiempo, conozco muchas de las cosas que te molestan o dan miedo, ahora puede que no me creas pero todo será diferente. Sé que en unos minutos te robe un beso y me lo aceptes pero tu mente va a estar diciéndote que tengas cuidado, yo podré con eso.
»Te autosaboteas por eso te cuesta ver algo que no sea negativo, pero iremos cambiando eso con el tiempo. Poco a poco abre tu corazón para mí, no todo es tan malo y gris en esta vida, también existen los finales felices.
—Para mí no Han porque yo no quiero uno —me dijo Minho y yo recosté mi cabeza en uno de sus hombros.
—Te hicieron mucho daño en el pasado.
—No sabes cuánto.
—Yo no te haré daño, no te irás de mi vida, te ayudaré a cambiar esa forma tan negativa de pensar y ver todo. El corazón fué hecho para sentir y amar, debes darle su uso adecuado —le dije y Minho negó.
—Hace mucho dejé de tener un corazón.
—Entonces vamos a crearte uno nuevo —le dije haciéndolo reír.
—¿Cómo puedes tener una respuesta para todo? No me dejas ganar en ninguna conversación.
—Yo siempre gano... Y también es porque soy insistente e intenso, pero solo un poco.
—Si ajá, solo un poco, solo un poquito.
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𝑀𝑒𝑡𝑎𝑛𝑜𝑖𝑎
Teen FictionHan Jisung cae rendidamente enamorado de un poeta que le gusta demasiado. No sabe quién es, nunca ha visto su cara, nunca ha escuchado su voz, no sabe su edad, pero si conoce el dolor en su corazón y el llamado de ayuda que discretamente ese poeta h...