𝑀𝑒𝑡𝑎𝑛𝑜𝑖𝑎

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—El paciente presenta un cuadro de desnutrición pero según lo que me dice su amigo eso ya lo sabían.

—Si, ya lo sabíamos pero hace pocas semanas es que Han ha estado progresando —escuché hablar a Seungmin.

—¿Podrías acompañarme afuera? Debo entregarte el resultados de los análisis.

Estaba acostado y con los ojos cerrados los cuales abrí solo cuando supe que Seungmin y el que supongo que es un médico habían salido.

Todo lo que luché por llegar a tiempo y fué en vano, Minho se fué.

Lo último que escuché fué a alguien que hablaba parecido a Minho diciendo que él estaba conmigo, creo que debí de haberlo imaginado.

Me duele mucho la cabeza, pero más el corazón al saber que perdí a la única persona que he logrado amar.

—No llores, todo saldrá bien.

—¿Minho? —pregunté sentandome de golpe.

Ví a Minho frente a mí pero no sé si es real o solo es mi imaginación. Elevé mis manos y las puse en sus mejillas, toqué su cabello, su nariz... Era real.

—De verdad estás aquí —dije sintiendo que me quitaba diez kilos de encima y lo abracé. —Me dijeron que te habías ido, que tu avión ya había partido.

—No pude, no pude irme. Antes de que cerraran las puertas del avión me salí. Algo dentro de mí me decía que tú ibas a buscarme —habló Minho rodeándome con sus brazos.

—Yo tenía miedo, miedo de muchas cosas Minho. Me dijeron que te habías ido, tenía sangre saliendo de mi cabeza, las personas comenzaron a acercarse cada vez más a mí y me grababan y tomaban fotos; creí que moriría, creí que iban a matarme-

—Ya, ya, ya, cálmate Han. Ya todo eso está en el pasado y estás aquí vivo —me dijo Minho tomando mi rostro en sus manos. —No pienses más en eso ¿Si?

—¿Voy a morir?

—No, porsupuesto que no —me respondió Minho de inmediato —Tu cabeza está bien, solo debieron coser algunos puntos y listo... Has bajado mucho peso, más de veinte kilos pero eso lo vamos a solucionar.

—Soy un hipócrita Minho, yo no debí bus-

—Hablaremos esas cosas otro día ¿Está bien? Esperaremos a que llegue Seungmin con el alta para que podamos irnos, ¿Estás de acuerdo? —me preguntó Minho y yo asentí. —Voy a tener que llevarte a una cafetería y hacerte beber mucho café.

—¿Para qué? —le pregunté mientras Minho depositaba pequeños besos en el dorso de mis manos.

—Para que vuelvas a tener tu colorcito morenito tan bello.

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—¿No hay problema? —le preguntó Seungmin a Minho.

—Por supuesto que no, mi casa es la casa de Han también y puede quedarse ahí el tiempo que quiera y necesite —le respondió Minho.

—Entonces yo le prepararé una maleta y te la llevaré luego —le dijo Seungmin y Minho asintió.

—No estoy en estado vegetal —les dije algo molesto. Están hablando como si yo fuera un cuadro colgado en la pared.

—Contigo fuera voy a poder limpiar tu cueva, llevas como seis meses sin limpiar Han —me dijo Seungmin recostado en la ventana del copiloto por el lado de fuera.

—No exageres —le dije y Minho encendió su auto.

—Te quiero Han.

—Y yo a ti-