—Minho —dije su nombre con mi mirada fija en el techo.
—¿Qué?
—Yo sé que no ha pasado mucho desde que nos conocimos y que de seguro no crees ni el 1% de las cosas que te digo pero, yo nunca te haría daño. No sería capaz de lastimar a la persona que lleva acompañándome por años —le dije —La mayoría del tiempo estoy solo y no me molesta pero aveces me hace falta poder hablar con alguien y con mi amigo Seungmin no puedo hablar de ciertos temas.
»Las personas te siguen y admiran porque tienes la capacidad de explicarles y mostrarles lo que sienten, porque sientes lo mismo que ellos y pueden sentirse identificados y comprendidos, conmigo es diferente. Muy poco me he identificado con las cosas que escribes porque no puedo entender tus sentimientos del todo. Veía tus poemas como si un amigo me estuviera contando sus problemas y en mí nació la necesidad de encontrarte y ayudarte, porque yo siempre ayudaría a un amigo si lo necesita.
—Pero-
—Aunque siempre me lo negaba a mi mismo tú lograste causar una diferencia en mí. Ahora que te encontré no tengo pensado dejarte ir y mucho menos lastimarte. Al fin conozco a la persona que se esconde detrás de letras y ahora que tengo la oportunidad de ayudarte me gustaría que me creyeras cuando te digo que lo último que haría sería lastimarte —le dije.
—A mi también me gustaría creerte pero no puedo Han, lo siento.
—No te disculpes, algún día me creerás —dije y me giré para verle la cara —Te saboteas a ti mismo por tu baja autoestima y tu pesimismo.
—No soy pesimista soy realista —me respondió Minho y yo negué con la cabeza.
—No creo eso.
—Nunca creemos lo mismo —me dijo Minho.
—Eso es verdad. ¿Qué pasó por tu cabeza cuando me detuviste en la firma de libros? Te pudiste haber enterado de lo que sucedía afuera llamado algún guardia o preguntando después.
—No lo sé Han, ese día actué sin pensar, solo sé que sentí algo diferente en ti comparado con las demás chicas que estaban ahí —me respondió Minho y yo sonreí.
—Percibiste que me preocupo por tí y me dí cuenta de tu pedido de ayuda.
—¿Qué pedido de ayuda? ¿Cuando pedí ayuda? —preguntó Minho todo confundido.
—En tus poemas, tienes suerte de que me haya dado cuenta —le respondí y Minho se dió una palmada en la frente.
—Yo nunca he pedido ayuda Han.
—Lo haces inconscientemente. Quieres que alguien te ayude a salir de la oscuridad en la cual estas sumergido... Hubo un lado de tí que no era tan oscuro como el de ahora, eras feliz en ese entonces y quieres volver a eso pero te da miedo y no sabes cómo.
—Miedo... ¿Tú no tienes miedo?
—¿De qué? —le pregunté.
—De creer que eres todo para alguien, de creer que al fin perteneces a un lugar, de creer que por fin puedes sentir felicidad... De dar todo por alguien y que al final te des cuenta de que en realidad no vales ni un centavo.
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𝑀𝑒𝑡𝑎𝑛𝑜𝑖𝑎
Teen FictionHan Jisung cae rendidamente enamorado de un poeta que le gusta demasiado. No sabe quién es, nunca ha visto su cara, nunca ha escuchado su voz, no sabe su edad, pero si conoce el dolor en su corazón y el llamado de ayuda que discretamente ese poeta h...