𝑀𝑒𝑡𝑎𝑛𝑜𝑖𝑎

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—Esta comida está deliciosa —le dije a Minho mientras disfrutaba de mi plato. —¿Qué te llevó a ser poeta? ¿Te costó mucho hacerte reconocido?

—Aveces siento tantas cosas que la única forma de poder identificarlos es escribiendolos, así comencé, escribiendo lo que en ese momento no sabía identificar —habló Minho —Duré años publicando algunos y de un momento a otro muchas personas comenzaron a compartir mis poemas... Me asusté cuando comenzaron a descubrir quién era así que creé mi seudónimo. Luego de eso seguí haciendo lo de siempre y ya, a la gente le gustó y pude sacar mi libro.

—Me encanta pero ¿Por qué te asustaste? Las personas que siguen a anónimo M te quieren, no te tiran odio ni nada de eso —le dije y Minho se encogió de hombros.

—Es que... Bueno, ya no tiene sentido mentir porque tú me descubriste —dijo Minho y luego me dió una mirada acusadora y solo le dije un “Ups” —Como ya te dije y como te diste cuenta escribo lo que siento y no me gusta que personas que me conocen en persona sepan cómo me siendo y lo que vivo.

»No quería ir por la calle y que muchos Hans lleguen sabiendo todo de mí y yo nada de ellos.

—Lo siento —dije algo apenado —Pero tampoco es mi culpa, no sé ser prudente.

—En realidad no es tu culpa, es mía pero eso ya no importa. ¿Cómo te va en la universidad?

—Me va bien, por ahora amo la carrera y las personas que están en las mismas clases que yo son tan... No sé cómo explicarlo pero hablar con ellos te hace replantearte tantas cosas. Son como hippies pero sin serlo, son muy pacíficos. —le respondí y Minho rió nasal con ironía —¿Qué pasa?

—Nada, solo no les creas lo que te dicen. Algunos te mienten solo por gusto, otros se creen que las saben todas y la otra parte no son lo que aparentan ser.

—¿De verdad? ¿Cómo sabes eso?

—He dado muchas clases, cursos, clases magistrales y más, solo el 1% de los que están en esa carrera van porque quieren aprender, porque les apasiona —me respondió Minho y yo me sorprendí —¿Por qué decidiste estudiar eso? ¿No eres bueno en nada más?

—Soy bueno en muchas otras cosas —le dije mirándolo y empujando mi mejilla interna con mi lengua, Minho entendió a lo que me estaba refiriendo y casi se atraganta con la comida —Ay se va a morir el viejo.

—Deja de decirme viejo, no lo soy —me dijo Minho mientras tosia.

—Como estaba diciendo antes de que me interrumpieras, soy bueno en más cosas pero desde que conocí a anónimo M me comencé a interesar mucho por la poesía y bueno, entré a este mundo y ya no puedo salir. En parte es gracias a tí, eres como mi modelo a seguir, algún día quisiera llegar a tu nivel. Ojalá sea antes de que te mueras para que ardas de la envidia —le dije y los dos reímos por lo último.

—Asi que por mi...

—También pensé estudiar psicología para ayudarte con los problemas que tienes en tu cabeza pero me dió pereza, prefiero ayudarte a mi método no profesional —le dije.

—Te tomas muy en serio lo de querer ayudarme. Deberías ir a trabajar a un ancianato ya que te gusta mucho ayudar.

—¡No menciones ese lugar! ¿No ves que ellos pueden escucharte?

—Ay porfavor Han, los ancianos son inofensivos.

—Inofensivo mi culo —dije metiendo comida a mi boca y Minho sonrió.

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—¿Lo vamos a hacer en tu auto?