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—Él vino a por tí otra vez.

Estábamos sentados en el borde de la autopista solitaria mirando el mar que parecía estar debajo de nosotros.

Esto se convirtió en algo estúpido.
Parece que estoy en una competencia con Eunwoo y el premio es Minho, o por lo menos así lo percibo yo.

He llegado a pensar que solo son mis celos los que me hacen pensar ese tipo de cosas pero creo que tengo más miedo que celos.

Dicen que el primer amor no se olvida. Una vez leí un poema de anónimo M que hablaba sobre el primer amor.
Minho se convirtió en mi primer amor pero yo no soy el de él y saber que Eunwoo está aquí y lo quiere de regreso me hace sentir temeroso.

Nunca me ha costado dejar ir a alguien o a algo pero con Minho todo es diferente.

—Yo no soy su mascota —me respondió Minho a la vez que tiraba piedras hacia el mar.

—No, no lo eres.

—¿Por lo menos te divertiste un poco esta noche?

—Si me divertí y espero que se repita pero sin Eunwoo —le respondí riendo un poco al final. —¿Y tú?

—También pero todos te miraban y babeaban por ti y yo solo pude pensar “Que no aparezca alguien más lindo que yo. No dejaré que se lo lleven” —dijo él y yo lo miré con algo de sorpresa.

—El que debería pensar ese tipo de cosas soy yo no tú.

—¿Por qué?

—Tu eres el poeta deseado no yo. Yo ando más pendiente de ti que tú de mí —me sinceré con Minho.

—¿Soy un poeta deseado? —preguntó Minho con entusiasmo y yo asentí.

—No hagas como que no lo sabes, tienes a todos detrás —le dije.

—En cuánto a lo segundo que dijiste; puede que no te sea cuenta pero desde el principio yo siempre estuve muy pendiente de tí —habló Minho —Lo que pasa es que mi forma de hacer las cosas es más silenciosa.

—¿Si?

—Si —afirmó él y luego me dió un beso en mi mejilla izquierda. —Sé que me comporto como un patán la mayoría del tiempo pero nunca dejé de estar al tanto de tí.
Las batallas internas son difíciles...

—Lo son —dije yo dándole la razón. —Batallar con uno mismo no es sencillo.

—Menos lo es cuando la razón y los sentimientos se convierten en opuestos.

—No sabes cuál de los dos es la mejor opción.

—Y ninguna alternativa parece clara en medio de este debate atroz —completó Minho mirando al cielo.

—Todas mis alternativas me llevan a tí Lee Minho —hablé yo obteniendo su atención.

—No.

—¿No? —pregunté confundido.

—Ten más alternativas, no seas como yo lo fuí algún día —me respondió él con voz llena de melancolía. —Todos mis caminos, por más diferentes que fueran, me llevaban a Eunwoo. No tenía más salidas, no por mi cuenta.

—Pero tú no eres Eunwoo.

—No, sé que no lo soy pero a la misma vez no sé quién soy concretamente.

¿Siempre tiene que hablar tan enredado? Es como si le buscara la quinta pata al gato pero en su hablar... Aunque debo admitir que me encanta que hable así.

—Cuando se fué me dejó perdido, como un grupo de llaves en un sillón de cuero. Todos mis caminos fueron extinguidos porque ya no tenían un final porque el final de ellos era Eunwoo. —habló Minho nuevamente —Sé que tú eres más fuerte de lo que yo soy, eso está claro, pero de todos modos siempre ten más caminos por seguir.

𝑀𝑒𝑡𝑎𝑛𝑜𝑖𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora