Ya completé el paso 3 sin tener un paso 3.
Paso 3: Ganar un poco de su confianza.
Paso 3: Completado.
Me dijo que nadie viene a su casa, puede ser algo falso pero yo soy de esas personas. Me contó que él casi no da clases particulares y si las hace las lleva a cabo en el mismo lugar donde se da el curso y a mí me da clases particulares y en su casa. Y por último pero menos importante, literalmente me hizo venir.
Pero quiero que me tenga confianza en contarme cosas, abrirme su corazón, ese es mi objetivo pero he ido por buen camino, o eso creo yo.
Minho me prestó el baño y ropa de él para que pudiera meter a lavar la mía mientras tanto.
Lo ando molestando y preguntándole porqué no me quiere dar un beso y él solo se hace el loco.
Estamos en el sillón ya que Minho me está enseñando algunas cosas, estructuras y tipos de poemas. Me ha dado algunos consejos que él aplica y así.
—Creo que ya terminamos, lo que tenía que enseñarte hoy ya lo hice —dijo Minho quitándose los lentes y dejándolos a un lado. Yo cerré mi libreta y la guardé en mi bolso junto a mi lápiz.
—Enseñas bien —le dije acostandome boca arriba con mis manos sobre mi abdomen y mi cabeza sobre sus piernas. Minho bajó la cabeza y me vió con una de sus cejas alzadas.
—Estas clases no son gratis.
—Deberían porque te estás aprovechando de mis ganas de aprender —le dije fingiendo que me limpiaba una lágrima. —Mi paso tres está completado.
—¿Paso tres? ¿Sigues con eso? —me preguntó Minho y yo asentí. —¿Al menos puedo saber cuál es el paso tres?
—Claro que no... Hagamos algo, tú me dices porqué no quieres besarme y yo te revelo el paso que tú quieras, el uno, dos o tres.
—¿Por qué siempre me haces esto? Nunca puedes decirme nada sin ganar algo de mi —me dijo Minho y yo me encogí de hombros.
Debo hacer algo más, quiero respuestas.
Me levanté para luego sentarme a horcajadas sobre sus piernas y mis brazos alrededor de su cuello. Minho abrió un poco los ojos con algo de sorpresa pero después se relajó.
—¿Por qué me llevaste contigo ese día? —le pregunté.
—¿Qué día? ¿Cuando fuimos a buscar mi paquete? —me preguntó y yo asentí —Porque... Ni siquiera tengo que estar intentando responderte, quítate.
—No seas así Minho, ¿Te da miedo que me dé cuenta de que estás perdiendo la apuesta? —le pregunté al tiempo que repasaba sus labios con mi dedo índice.
—No tengo nada a lo que tener miedo.
—¿Seguro? Yo creo que sí. —le dije y Minho negó —Tenías miedo de dejar a alguien entrar a tu vida y no pudiste evitar que yo entrara. Tenías miedo de llegar a acostumbrarte a alguien y ahora lo estás a mi. Tenías miedo de encariñarte con alguien y cada día me quieres más. Podría jurar que me tienes miedo a mi.
—Creo que aquí el que debería de tener miedo es otro —me dijo Minho con sus pupilas dilatadas mirándome fijamente.
—No lo sé, yo no soy el que tiene miedo de dar un simple beso —le dije en el oído y comencé a dar pequeños saltos simulando que estaba siendo penetrado mientras que fingía gemidos.
—No hagas eso...
—Minho hyung~ ah~ —gemí en sus oído mientras veía como Minho trataba de controlarse pero su amiguito de ahí abajo volvía a despertarse.
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𝑀𝑒𝑡𝑎𝑛𝑜𝑖𝑎
Teen FictionHan Jisung cae rendidamente enamorado de un poeta que le gusta demasiado. No sabe quién es, nunca ha visto su cara, nunca ha escuchado su voz, no sabe su edad, pero si conoce el dolor en su corazón y el llamado de ayuda que discretamente ese poeta h...