Ya era de noche, Minho y yo ya habíamos terminado de cenar.
El día de hoy fué tranquilo, parecía que era domingo pero no importa.
Seungmin me llamó hace pocos minutos y dijo que teníamos pases vip para una discoteca muy famosa... Y yo debo ir si o sí, pero mi freno es Minho.
Quiero ir pero también quiero estar con Minho.—¡Ven conmigo! —le dije emocionado mientras seguía a Minho a su estudio.
—¿A dónde? —me preguntó sin detenerse.
—A una discoteca, tengo pase vip. Por favor, vamos —le dije con mis manos juntas y a modo de súplica.
—Estás loco, no voy a salir de mi casa a estas horas para ir a una discoteca —me respondió tomando asiento en su escritorio.
—Minho~ por favor. Será divertido ¿Si? No quiero ir sin tí.
—Tenemos clases ahora y no voy a ir —me respondió Minho y yo bufé con molestia.
Con los brazos cruzados me senté con enojo en el sillón.
—Eres un niño berrinchudo.
—Y tú un viejo aburrido —le respondí. —No sé qué te cuesta ir conmigo, será divertido. Te la pasas trabajando y aquí encerrado, estás desperdiciando tu vida.
—El que no vaya a fiestas no significa que esté desperdiciando mi vida. Si me lo preguntas a mí yo creo que todas esas personas que se la pasan de fiesta en fiesta son los que están desperdiciando su vida —habló Minho mientras se colocaba sus lentes. —En vez de estar siempre en la calle fingiendo estar felices pueden hacer algo productivo... Aunque de todas formas nos vamos a morir y lo que hicimos con nuestra vida no servirá de nada.
—Ya te estás poniendo así otra vez —le dije rodando los ojos. —No estaremos de fiesta en fiesta, solo será por hoy y no por muchas horas. ¿Por qué no quieres ir?
—Porque tengo más cosas que hacer.
—¿Alguna vez has ido a una discoteca? —le pregunté.
—Un par de veces —me respondió él sin más.
—¿Y no te gustó?
—No.
—Si eres mentiroso, no te rías porque si no yo también me voy a reír y no quiero porque estoy enojado —hablé yo y Minho siguió con una sonrisa en su estúpida cara —¿De qué te ríes?
—De tí.
—¿Y de mí por qué? Me caes mal Minho, muy mal —le dije aún de brazos cruzados en el sillón.
—De lo berrinchudo que eres, pareces un niño pequeño. —dijo Minho y luego soltó un suspiro —Me recuerdas a alguien.
—¿A esa persona?
—Si, aveces me recuerdas a esa persona —me respondió Minho y yo fruncí el ceño.
—Pero yo no soy ni seré como esa persona, yo no estoy jugando contigo —le dije y Minho movió su cabeza ligeramente de un lado al otro.
—No te preocupes, no eres como él.
—¿Cómo era él? —pregunté mirando a Minho el cuál se enderezó de golpe y tensó su mandíbula. —¿No puedes hablar de él?
—Hasta el día de hoy sigo sin poder hablar de él o sobre lo que sucedió. ¿Nunca antes te has enamorado?
—No, nunca me he enamorado... Hasta hace poco —dije lo último bajando la voz.
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𝑀𝑒𝑡𝑎𝑛𝑜𝑖𝑎
Teen FictionHan Jisung cae rendidamente enamorado de un poeta que le gusta demasiado. No sabe quién es, nunca ha visto su cara, nunca ha escuchado su voz, no sabe su edad, pero si conoce el dolor en su corazón y el llamado de ayuda que discretamente ese poeta h...