38

3.3K 294 98
                                    

De todas las personas en el mundo tenía que ser él.

—El mismo —dijo él muy relajado tomando asiento detrás de su escritorio.

—¿Conoces a Seungmin? —le pregunté anonadado.

—No, pero mi mano derecha sí. —me respondió Eunwoo. —Yo soy muy joven para estar pendiente de este local todo el día así que cuando yo no estoy otro está al mando.

—¿Y tenías que estar aquí justo hoy? —pregunté de mala gana. No lo soporto.

—Por supuesto. Apenas ví tu currículum y me dijeron que hoy venías a una entrevista no pude pensar en otra cosa que venir a darte la bienvenida.

—La hipocresía es como un forúnculo y tú eres la personificación de la hipocresía, por ende eres un muy molesto forúnculo. Lo mejor es que me vaya, adiós. —hice el intentó de levantarme e irme pero Eunwoo me detuvo.

—¿No quieres el trabajo?

—¿De qué hablas? —pregunté muy desconcertado.

—¿Eres sordo? Viniste aquí buscando un puesto de trabajo, ¿O me equivoco?

—Si pero...

—Comencémos con la entrevista entonces —Eunwoo me interrumpió y luego tomó de bebida.

¿Estará tramando algo?

Decidí sentarme nuevamente y escuchar lo que Eunwoo tenía por decir. Aunque no quiera estar aquí necesito este trabajo.

—Mi amigo me dijo que Seungmin le contó que necesitabas con urgencia el trabajo, ¿Qué sucedió? —habló Eunwoo con una sonrisa. El que no lo conozca pensaría que me tiene aprecio.

—Subieron el costo de la carrera en mi universidad —le respondí sin ganas.

—Que mal por ti —me dijo Eunwoo y luego se enderezó poniendo sus codos sobre el escritorio —Tengo una oferta que no puedes rechazar. Aumentaré el pago que se te fué indicado ¿Qué te parece?

—¿De verdad? —pregunté alegre pero luego recordé con quién estaba hablando y regresé a mi semblante serio. —¿Cuál es el truco?

—¿Truco? No hay ninguno.

—No soy un tonto Eunwoo. ¿Qué tendré que hacer? ¿Me pondrás a limpiar los baños?

—Eso sería divertido y así tendrías tu merecido por haberme golpeado esa noche —me respondió Eunwoo y luego exhaló con fuerza —Lo que tendrás que hacer es muy sencillo, serás mi asistente. ¿No es genial?

—¿Tu asistente? Estás loco, ya trabajar para tí en cualquier puesto de trabajo es humillante aún más lo es ser tu asistente.

—¿Estás rechazando mi oferta?

—Claro que lo hago, no seré tu asistente —le respondí y luego me dirigí a la puerta.

—De seguro no lo sabes pero yo tengo mucha influencia y muchos amigos, si me da la gana puedo hacer que nadie te dé trabajo —habló el rubio nuevamente a lo que no pude evitar girar mi cabeza y verlo. Él estaba muy tranquilo mirándose las uñas.

—Ahí está el truco —dije soltando el picaporte de la puerta. —No puedes hacer eso.

—¿Me estás retando? —preguntó él levantándose sin apuro. —Tienes hasta mañana a la noche para aceptar mi oferta, de lo contrario creo que vas a tener que dejar la universidad... ¡Oh no! También tendrás que dejar de asistir al curso de Minho —dijo lo último actuando preocupado. Es una rata inmunda.

—¿Crees que dejando de ir al curso de Minho vas a lograr separarnos? —le pregunté y luego reí.

—¿Separarlos? ¿Yo? Estás muy errado cariño, Minho será el que te deje.

𝑀𝑒𝑡𝑎𝑛𝑜𝑖𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora