𝑀𝑒𝑡𝑎𝑛𝑜𝑖𝑎

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Todos dicen que debemos romantizar nuestra vida, ¿Cómo puedo hacerlo?

He intentado muchas cosas pero no lo logro, creo que el primer paso es dejar de decir o pensar cosas como “Mi vida es un desastre” y creo que ese tipo de pensamientos son los que más presentes están en mi cabeza.

¿Dramatizar todo lo que me sucede es romantizar o solo soy un exagerado?

Ese tema no es importante en este momento, lo que sí es importante es que existe una muy escasa posiblidad de que al fin conozca al que considero el amor de mi vida.

Me dirán loco por decir que amo a una persona que no conozco pero sinceramente no me importa.

“Anónimo M” es un poeta muy famoso pero muy misterioso, nadie sabe nada sobre él y yo menos todavía. Pero eso puede cambiar hoy porque habrá una firma de autógrafos en una librería cercana y es de su último libro de poemas.

En redes sociales dijeron que no íbamos a verle la cara ni hablar con él, solo le pasaríamos el libro, le diríamos nuestro nombre y él lo firmaría y chao, pero yo no puedo perder la oportunidad de mi vida.

Muchos leen poemas que los identifican, que los hacen sentir entendidos y comprendidos, yo no.
Me atrevería a decir que solo me he sentido identificado con 5 o 6 poemas de él.

¿Por qué lo leo entonces? ¿Por qué me gusta tanto?

La razón es simple, por medio de sus poemas me dí cuenta de que su corazón está lastimado y yo quiero ser el encargado de sanarlo.

Por medio de sus escritos puedo sentir que es alguien joven con mucho miedo de sentirse expuesto, miedo a ser querido, a confiar en alguien.

Yo quiero ser esa persona que le enseñe a confiar, a no tener miedo a recibir amor, a no tener miedo de abrirse ante alguien.

Eso haré e iniciaré mi plan hoy.

—Madura Han, ya tienes 23 años. Lo más seguro es que ese poeta sea solo un viejo decrépito horroroso —me dijo mi amigo Seungmin mientras yo terminaba de arreglarme.

—Tu no lo entiendes Seungmin, hay algo en él que es diferente, yo lo sé —le respondí y él rodó los ojos.

—Estas loco Han.

—Piensa lo que quieras. Adiós Seungmin nos vemos después —le dije a mi amigo mientras me dirigía a la puerta y salía de mi casa.

Llevo su libro de poemas en mi mano y hoy recibiré más que una simple firma de su parte, por lo menos quiero hacerlo hablar.

Hay algo en él que me atrajo la primera vez que leí uno de sus poemas, tanto que me lo sé de memoria.

“Un corazón sangriento, lleno de dolor... Tengo tanto tiempo dándole la espalda, pero hoy finalmente me doy la vuelta lo miro a la cara y me doy cuenta de que ese corazón siempre estuvo dentro de mi pecho”

La librería no queda muy lejos de mi casa y eso es bueno, lo malo es que apenas voy por la primera cuadra y ya veo la fila de gente que está esperando su turno para recibir un autógrafo.

Yo soy más inteligente y no voy a hacer fila, tengo mis mañas.

—¿Viene por anónimo M? —me preguntó un guardia de seguridad cuando llegue a la entrada de la biblioteca.

—Oh no, ¿Quién es él? —pregunté haciéndome el desentendido pero el guardia no me respondió —Eh... Yo vengo a regresar unos libros.