Episodio 2.

109 9 1
                                    

Veinticinco minutos habían pasado desde qué el extraño chico de pantalones azules que ahora decía ser el cantante de The Cloud se había ido del camerino.

Había dado vueltas, observado cada detalle. Había levantado los pantalones sucios y sudorosos del suelo y había arreglado todo lo que había arriba de una pequeña mesa de cristal. Cigarrillos, envolturas de caramelos y algún que otro condón.

Cuándo lo viera pasar por esa puerta le haría pagarme por el mantenimiento.

Pero que demonios Thea. Eres Thea Miks. Ningun guardaespaldas imbécil hará que te quedes enjaulada cómo un pobre e indefenso pájaro. Tome de una pequeña barra pegada a la pared una barra de goma de mascar y salí por la puerta en la que el idiota de pantalones azules se había ido. ¿Porqué lo llamaba así? Por que no sabía su mísero nombre.

El pasillo estaba completamente vacío, y la música seguía sonando de fondo haciendo retumbar las paredes. Caminé en dirección contraria hacía donde había entrado.

Estaba segura que éste camino me llevaría al escenario.

''Gracias por compartir esta hermosa noche con nosotros Brooklyn  ¡Somos de aquí y aquí moriremos! Nada de Hollywood, nada de contratos. ¡Sólo Brooklyn ! ¡¡Nada de productores que arruinan a las personas convirtiéndolas en conejillos de indias!! -Gritos- Los queremos, buenas noches.'' Seguido de eso un golpe de guitarra se escuchó. Dando por cerrado el show.

Cerré fuertemente los ojos y suspire profundo.

Ahora se me haría más dificil poder salir del lío en el que ya estaba embarrada hasta la cien.

Comencé a escuchar movimiento y mis ojos se abrieron al impacto se algo frío chocar contra mi desnudo vientre. Miré atónita a lo que acababa de golpearme y todo músculo en mí se relajó al ver que sólo se trataba de una indefensa batería abandonada que había chocado al pasar.

Los integrantes de The Cloud comenzaron a caminar hacía mi dirección. Lo sabía por el sonido de sus voces, iban aumentando. Desesperadamente observé cada detalle a mí alrededor. Agradecí a Dios de que una pequeña puerta de mantenimiento se situará sólo a unos cuatro pasos de mí.

Abrí la puerta rápidamente y metí mi pálido cuerpo en el espacio pequeño que había detras de la puerta. La cerré rapidamente y mi respiración se volvió agitada. Siluetas comenzaban a verse detrás de el empañado viejo,y sucio vidrio.

Para mi bendito éxito las personas que estaban separadas de mi por una delagada puerta se fueron rápido. En forma de alivio cerré los ojos y suspire.

Justo cuándo iba a abrir la puerta para lograr escapar, alguien se me adelanta.

'

-La encontré en el cuarto de manteniniento.

El chico de sudadera de cuero roja estaba hablando. Parecía mayor para su edad. Su mandibula bien formada y sus rasgos endurecidos. Tenía el cabello negro y levantado hacía arriba. Sus ojos eran profundos y negros. Y sonreía maliciosamente cada vez que posaba su vista en mi.

-Esperemos a Terrens. Él decidirá que hacer con ella. Ahora el bajito de pelo rojizo estaba hablando.

Me habían encontrado. Y el estúpido chico de pantalones azules no estaba en la habitación para salvarme. Sabía que era un idiota. Que no era el cantante de la banda. Sólo lo había dicho para impresionar. Seguro era su marca, impresionar a las chicas con su "soy el cantante" blah blah. Imbécil. En el lío que estoy metida.

Cuándo lo vea en el instituto yo...

La puerta de la camioneta rodante se abrió , dejandome ver al estúpido frente a mí. Llevaba unos pantalones de combate grises, y su torso desnudo brillaba por la transpiración. Una sonrisa maliciosa estaba estampada en su rostro al verme. Y no sería lo unico estampado en su rostro, también estaría mi puño...si tan sólo me soltarán.

Two Pieces ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora