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Capítulo 25

Punto de vista de Thea Micks.

El suelo estaba duro y frio. Mi vista era totalmente nula. Ya que creía que estaba vendada, pero hacía poco que me había despertado. Sentía un ligero golpe frío en mí cabeza, y a la vez húmedo.

Tragué saliva cuándo con mis dedos, toqué la parte fría, y todo el estómago se me revolvió. ¡Era sangre! Me había golpeado la maldita cabeza. Escuché un gemido sordo cerca de mí. Y me quedé quieta. El cuerpo comenzaba a pesarme y casi perdía todos los sentidos. No sabría si estaba mariada ya que no podía ver nada. Pero el miedo era impredecible.

--Y vos, pequeño gran separador de familias. ¡ Tú! ¿Sabes porque no llevas mi apellido Rhiat? ¡RESPONDEME!.

El alma cayó a mis pies cuándo oí su voz. Totalmente cabreada y llena de resentimiento. Mi hermanito menor sólo sollozaba con miedo y mi corazón se encogia a cada llanto.

--¡Porque eres hijo de mi mejor amigo! Ha que no lo sabías, ¿Eh? Casi cagas veinticinco años de matrimonio, pero se lo acepte a tu madre. Un error lo comete cualquiera. ¿No es así?

Nadie respondió. En cambio, un gran chillido hizo sobresaltarme en mí lugar. Y las palpitaciones eran casi incontables.

--¡mami! ¡mami! quiero a mi mami. Sus gritos voraces comían mi alma pedazo a pedazo. Cerre los ojos, más alla del vendaje y lloré. Con las pocas lagrimas que podían salirme. El esfuerzo era grandísimo. Estaba luchando contra mi propio cuerpo para mantenerme consciente.

--Tu mami no vendrá. Y para mañana no volveran a ver la luz del día malditos desgraciados.

Su voz era ronca y de repente lejana. Sentia el piso dar vueltas y giros. Y el cuerpo comenzó a pesar. El frío en mi cabeza comenzaba a ser mas intento...luego poco.... para volverse nada.

El frío suelo golpeo mi espalda cuándo caí en seco.