Capítulo 26

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El olor ácido y cálido de un humeante vapor me despertó. Me costaba abrir los ojos, pero en cuestión de segundos descubrí donde me encontraba.


Mis ojos vagaron desde mi cuerpo, pálido y cansado, recostado encima de una gran cama, que vagamente me resultaba familiar. Frente a mi, se hallaba una pequeña bandeja con un humeante cuenco con algún extraño liquido en su interior, era el olor de aquella extraña bebida lo que me despertó.


Al rededor, cientos de pequeños cuadros con cientos de fotografías que no lograba alcanzar a observar. Las paredes eran verdes con extrañas lineas blancas, y el piso era de una extraña madera rugosa.


Observe mis manos, que nuevamente se encontraban al alcance de mi vista. Estaban llenas de moretones y pequeños rasguños. Y manchas secas de sangre.


Un pequeño puntazo en la cabeza me hizo recordar todo lo sucedido. ¡Mi padre se había vuelto loco! ¡Donde estaba! ¿Había muerto?


-Has despertado, pequeña- la voz que se escucho desde la puerta me hizo sobresaltarme en mi lugar.



Two Pieces ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora