Había dormido mal, y es qué tenía una gran pié con unas grandes uñas pintadas de rojo en mi cara.
California dormía a mis pies, nos habíamos acomodado en pequeñas bolsas de dormir en el suelo.
Los reyes Terrens y Billy dormían plácidamente en la cama matrimonial mientras los demás tuvimos ue acomodarnos castamente en el piso.
Para mi mala suerte, mi amiga no era una persona tranquila y quieta al dormir. Mientras más podía moverse mejor.
Me senté cómo pude y miré a mi alrededor.
Todos dormían menos alguien, Terrens.
Me apresure a vestirme y sacarme el piyama. Me coloque unos shorts amarillos y una pequeña remera sin breteles color salmón. Acomode mi pelo a las apuradas y corrí hacía el baño sin que me viera para acomodar mi maquillaje.
Una vez aprobado todo, camine con los casi tacones que había comprado en el centro comercial hace ya varios años color blanco.
Vi la mirada extrañada de Terrens levantarse del espumoso y humeante café para posarse en mí.
Me senté frete a él en la pequeña mesa y le sonreí.
El seguía mirandome con el ceño demasiaso fruncido y volvió a tomar su café, bebiendo un largo sorbo para después aclararse la garganta. En todo ese proceso acomode un mechon de mi flequillo detrás de la oreja y lo observé detenidamente.
-¿Te arreglas tan temprano? Apenas son las seis....
-Sí, más vale temprano que nunca, ¿No?. Reí nerviosa. Nunca me había pasado algo así, los chicos tenían que morirse por mí, no yo por ellos. El no dejaba de fruncir su ceño, pero vi un asomo de sonrisa querer aparecerse por sus labios.
-Demasiado temprano diría yo. Jamás se me habría pasado por la mente que fueras una chica de tacones. ¿Ó sólo lo haces para impresionar?. Levanto sus gruesas pero encantadoras cejas y sonrió, bebiendo otro sorbo de su café.
-Soy de tacones. No necesito "impresionar". Hice las comillas con mis dedos.
Vi de reojo al hombre que se parecía mucho a Willy Wonka acercarse a nosotros con una enorme bolsa de Starbucks y otra sin logo.
-Les eh comprado las suficientes donas de Starbucks y las suficientes medialunas para que todos pudieran desyunar, lo que no pensé es que algunos se levantarán tan temprano. Tenemos muchas horas de viaje chicos, llegaremos para las doce de la noche de hoy. Hizo una mueca mientras colocaba las bolsas entre medio de Terrens y yo. Asenti sonriendole, y murmurando un 'gracias'.
-Me desvele. La gruesa y ronca voz de Terrens me enlazaba. Parecía un espiral el cuál no encuentras el comienzo de sus lineas.
-Bueno muchacho, ciertamente para tener tres chicas tan encantadoras durmiendo en la misma habitación yo también me habría desvelado. Río bajito. Yo le seguí su risa, pero paré cuando note la mirada del ojiverde en mí.
-Me desvele pensando en el concierto de hoy. Por cierto Rudolph gracias por el desayuno. Murmuró tomando una de las medialunas.
"Rudolph" asintió, y se encaminó nuevamente hacía la cabina de conducción, no sin antes voltearse y guiñar un ojo.
-Mmmm...
Volví mi vista hacia Terrens que saboreaba la medialuna mirándola en su espumoso café.
-Me van mas las vainillas para mojar. Susurre. El paró de mojar la medialuna, para luego meterse un gran bocado en la boca y hablar, desde luego con la boca llena.
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Two Pieces ©
Teen Fiction«Thea tratará de encontrarse ella misma. Y por más difícil que se lo imponga el destino, él, se encargara de que todo valga la pena, ¿pero... el amor será suficiente?»