Continuacion terrens pov.

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Por lo tanto, ese día, Holuk me contrató cómo el vocalista oficial, y a Billy le ofreció una larga charla sobre la responsabilidad. Me había sentido culpable por eso mucho tiempo, y Anastasia se encargaba de hacermelo más difícil.

Desde entonces, no podía hacer más que pensar que hubiera pasado si hubieramos controlado un poco más a Billy.

Tomé con ambas manos la barandilla, y coloqué mi cabeza sobre el frío metal.

Recordé entonces de las pequeñas pastillas que me había dado Dubter el viernes en su casa. Parecía éxtasis, pero sus colores variados me hacían dudarlo.

Pero con lo cansado que estaba de la puta situación, metí hasta la última pastilla en mi boca, dejando que se hicieran su propio camino hasta mi estómago.

Minutos después me hallaba mareado, y sin sentido de orientación, no hacía mas que sonreír, y sonreír. Ni siquiera me acordaba porque me hacia tanto la cabeza. Tenía todo lo que quería.

Baje a tropezones las escaleras, para poder llegar hacía donde Thea.

Necesitaba decirle cuanto me importaba en éste momento, ya que nada importaba.

Caminé con pesadez y dando algún que otro tropiezo hasta los asientos donde las había visto desde el escenario, pero ninguna de las dos estaban. En cambio me encontré con muchas chicas que comenzaron a gritar mi nombre, y corrían hacía mi para comenzar a manosearme por donde encontraran.

-Vamos chicas, aquí no. ¡Aquí no!. Busquemos un cuarto preciosas, ¿cuántas sois?. Una... dos... tres...¿cincuenta?. No importa guapas. Hay Terrens para todas. ¡Sólo pidanlo!. Reí cuándo comenzaron a gritar, y cada vez tenía más manos posadas en mi abdomen, piernas, brazos y cabeza. Iba a seguir hablando, cuando unas fuertes manos me tomaron por los hombros y me levantaron por los aires.- A la mierda. Estoy volando chicas. ¡Soy el puto Peter Pan!. Vuela vuela campani...

Al aterrizar de nuevo en el escenario, pude ver a uno de los gruesos guardaespaldas que me habían tomado. Era lo suficientemente grande para confundirlo con un armario. Sus cejas juntas me dieron a entender lo enojado que estaba, y por detrás de él, vi a Holuk caminando hacía nosotros.

Dejabo del escenario, las chicas comenzaban a ser mas y más. Y los gritos casi inaudibles comenzaban a sumarse.

-Las quiero. Son mi todo. ¿Ustedes me quieren aunque no sea el puto Peter Pan?. Grité tratando de pararme. Pero cada intento se me hacía imposible. Todo comenzaba a girar a mi alrededor nuevamente. Las chicas no dejaban de gritar, y pude ver como Holuk negaba con la cabeza. El grandote y el, me tomaron por los hombros para ayudar a levantarme y llevarme detrás del escenario.

Al llegar, me sentaron con fuerza en una de las sillas desplegables y Holuk le asintió al grandote que ya había sido todo por hoy. Sonreí todo lo que pude, pero Holuk seguía serio.

-Vaaaaaamos campeón, sonríe. S O N... RÍE. Grite riendo, el asiento de repente comenzaba a parecerme incomodo, así que decidí volver a levantarme. Holuk tomó con ambas manos su cabeza, ocultando su rostro.-No te sientas avergonzado de mí. Soy lo que soy, por eso me contrataste. Levanté ambas cejas, tratando de escapar de todo resentimiento.

Pero Holuk no volvió a mirarme. En cambio, se encaminó hacía Siren. Nuestro publicista, y le dijo algo en el oído, que al parecer no le gustó para nada.

Vi de reojo, a Billy aparecer abrazando a Thea, ya vestido para salir al escenario. Llevaba unos jeans negros con bordes rojos, y no llevaba camiseta, la llevaba colgando en sus manos. Sabía que lo hacia pars impresionar a Thea. Mostrando sus tonificados músculos. Mi cuerpo comenzó a temblar, cuándo los ojos de Thea se encontraron con los míos. No sabía porque, pero había algo en mi metabolismo que me hacía responder en cuanto a ella. Sus ojos seguían viéndose tristes, pero mi cuerpo no parecía mas que alegre por tenerla cerca. Mi respiración profunda, y el temblor de mis piernas no me hizo reaccionar en cuanto Holuk, habló. Llamando a todos para anunciar algo.

En cuánto, los demás llegaron, Holuk habló.

-Terrens se ha drogado. Se suspende el concierto de hoy. Así que, Billy ve y anuncia al publico que un incidente con las luces pasó, y que el concierto se pospone hasta mañana. Por favor. Su mirada amenazadora y cansada, hizo que los demás no dijeran palabra alguna. Billy bufo, tan alto que hasta las puertas principales pudieron de haberlo oído.

Al pasar por mi lado, me empujo con su hombro para seguir con su camino hacía las escaleras que lo guiaban al escenario.

Unas manos calidas, suaves y pintadas de azul, acariciaron mi tenso hombro. Al volverme hacia ella, pude ver la mirada de Thea lo más cerca de mí, cómo me hubiera gustado.

Me dedicó una mueca de lástima, lo que me hizo reaccionar.

Me aparte de ella, dolido ante su mirada de pena. Sintiendo cómo si millones de agujas pasaran atravezandome una y otra vez.

Ni siquiera las drogas podían en contra de mis sentimientos hacia ella.

Al volver Billy, la tomó en sus brazos, abrazando su delgado cuerpo y guiandola hacia la camioneta. Todos subieron, y por último, decidí subirme.

Las miradas de acusación estaban sobre mí, pero el dolor punzante de cabeza no me permitió el placer de disfrutarlas.

Al llegar al hotel en donde nos hospedería Holuk, todos bajamos para tomar nuestras respectivas habitaciones.

Al llegar a la mía, caí rendido en la cama, con más sudor encima de lo que había pensado.

Lo último que vi, fue la puerta abrirse y revelar a Anastasia,con una pequeña toalla en sus manos, que al posarla en mi frente revelo lo mojada y fría que estaba. en contraste a mi caliente temperatura corporal debido a la fiebre que comenzaba a instalarse en mí cuerpo. Ella hablaba, mientras que mi cuerpo iba cayendo en un sueño profundo...

-Me gustas... Thea.

Two Pieces ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora