Capítulo 57

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—¡Intentas ligar conmigo!—La pelirroja deseaba que aquellas palabras fueran confirmadas por aquél chico de pelo verde perteneciente a la famosa banda del momento. La había invitado por unos Martinis, y  había intentado inducirle bellos piropos la casi media hora que se encontraban en aquél bar famoso oculto en las silenciosas calles de Brooklyn.

—La verdad es que tienes unos ojos muy bonitos, nena—Le sonrió a pesar de su estado de alcohol.— No quiero que pienses que soy un snob, pero me muero por los ojos bonitos y bellas sonrisas. Todo eso del físico son puras patrañas, aunque no niego que lleves un cuerpo de muerte. Lo que acelera mi corazón es el brillo de tus labios por ese excelente labial salmón y la profundidad que me provoca tu increíble mirada de ojos marrones.

Aquél muchacho...¿Dubter? Recordaba que había mencionado su nombre, era todo un caballero. Se encontraba disfrutando de una ronda de bebidas con ella mientras sus amigos impartían una ronda de pool.

—Eres todo un dulce, Dubter. A pesar de ser una estrella del rock llevas tus encantos.

El peliverde sonrió, y a Rasie le pareció observar un brillo seductor en aquellos ojos azules pertenecientes al muchacho.

—Me encuentro extremadamente dulce contigo esta noche, es verdad. ¿No piensas que pudo haber sido el destino?

Rasie casi sintió su sonrisa escaparse de sus labios.—Iré por otro trago, ¿quieres algo?

Dubter asintió adquiriendo una pequeña mueca de satisfacción—Por supuesto que sí nena, un mojito.

—Dos mojitos entonces.

La esbelta y alta chica de cabello rojo se levantó, fijando su rumbo hacia la barra que se encontraba a algunos metros. Cuándo logró llegar, perdió de vista a su compañero de tragos.

El mozo, que lucía bastante joven le sonrió coquetamente mientras echaba sobre su hombro un pequeño y delicado trapo blanco.—¿Que desea señorita?

—Dos mojitos, por favor.

—¿Viene acompañada?—Rasie omitió su interés en ella, volteando su vista hacia el área de juego. Varias mesas de billar se encontraban desmedidamente repartidas, y sólo dos de las tantas estaban en uso. Pudo distinguir que todos eran del sexo opuesto, había logrado deducir a algunos de los acompañantes de Dubter, un pelirrojo bastante extrovertido y un morocho de ojos verdes, callado y distante. Creería que estaba loca unos días atrás si veía al cantante de la arrasadora banda como un chico tímido y reservado, se había puesto a pensar que no lo había oído hablar en casi todo el camino. Mientras los demás se habían comportado amables con ella, contándoles anécdotas de su vida antes del éxito.

Rasie tomó sus tragos sin siquiera dirigirle una palabra de mas a aquel joven mozo, y se encaminó hacia su mesa, donde el caballero de cabello verde comía sus uñas con una mirada distraída. —Se que me extrañaste, pero las personas que se apegan tanto, rara vez esas relaciones salen a flote. Y el noviazgo asfixiante no es lo mío bebé.

Dubter volteó a verla divertido, olvidando su tarea de acabar con sus uñas ayudándola a sentarse mientras tomaba su trago.—Creeme cuando te digo, que puedo ser el tipo menos asfixiante del planeta, conmigo no te aburrirás.

—No lo estaba dudando.

*

—¡Dos bolas de una vez, imbécil! Apuesto a que no lo haz visto en años. Mis tácticas son casi únicas.
Jackson tosió omitiendo por completo aquel comentario de Axiel.— Por favor campeón—Bostezó— Estoy comenzando a dormirme.

El pálido rostro de mi amigo pelirrojo poco a poco comenzó a teñirse de rojo, a la medida que su respiración se alteraba. Negué con la cabeza sintiéndome turbadamente un aburrido por abandonar la siguiente ronda de pool.

Two Pieces ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora