Capítulo 14: Thea.
Desperté con el incómodo malhumor que a veces me visitaba en las mañanas. No recordaba el porqué me dolía tanto la espalda, pero así lo hacía. Debía de ser por el plano colchón que estaba debajo de mí cómo riendose a mis espaldas. ¿Gracioso, no?.
Mi entrecejo no podía estar mas que fruncido, y la cara con una tonta sonrisa de California observandome me jodio todavía más.
-Mañanitas mañaneras. Que cara. Dijo con un tono pegajosamente suave y frunciendo sus labios cómo si fuera a darme un pico. En cuanto se acercó lo suficiente, empuje su ovalado rostro lejos del mío todo lo que pude.
-Muévete.
Me arrastre por el plano colchón y caminé pesadamente hacía el lavabo. El reflejo que me devolvió el sucio y empañado espejo casi hizo que me sobresaltara. Una suave capa de brillo labial rosa, y rastros de maquillaje en mis ojos, sumando una escotada remera amarilla. Me volví contando hasta cien, hacía California. Había jugado conmigo mientras dormía. Y está las iba a pagar.
-¿Te parece gracioso California Carolina que me pintarrajees cuándo duermo?. Te advierto que no eh podido dormir lo suficientemente bien cómo para bancarme tus jodidas bromas. Gruñi, acercandome hacia ella con el cepillo de dientes en la mano, apuntandola.
Ella me miraba, con su mejor cara de confusión mientras agarraba mechones de su azul cabello para atarlos en un gran rodete en su cabeza.
-No sé de lo que hablas, Thea. Término rodando sus grises ojos. Cerré los míos en busca de un autocontrol que estaba segura que no iba a poder encontrar.
-Del uniforme de chica voz de pito. ¡De eso hablo!. Inhalé todo el aire posible, para en cuanto ella se largara a reír, las ganas de arrancarle los mechones, no me empujaran hacia ella.
-Tú sola te vestiste de chica voz de pito, mujer. A mí no me vengas a joder con eso. Su mirada seria, y sin rastro de burla, no me hizo dudar, si no, que me acercara a ella aún más.
-Te estás burlando California, te dije que no tengo humor...
Tres golpes en la puerta, seguido de una risa espantosa nos hicieron darnos vuelta hacía ella.
Anastasia, entraba con unos shorts verdes petróleo y una mini camiseta de Pink Floyd. Sus ojos estaban entornados en un oscuro delineador, y su pelo que antes tenía mechones rosas, hoy llevaba mechones verdes.
Una gran sonrisa estaba en su cara, y alzó sus cejas cuándo vio que toda nuestra atención estaba posada en ella.
-Hoy iremos al Central Jason. Los chicos quieren comprarse algunas remeras y bueno... Yo eh arreglado para que nos hagamos algunos tatuajes. ¿Que les parece?.
Después de haberla visto con Terrens,casi sacandose saliba el uno al otro, algo muy parecido al asco-odio se había comenzado a formar por Anastasia. Mientras que ella, hipócritamente me sonreía mostrando su horrible Smile, que llevaba en medio de sus encías.
Algo en su mirada, muy internamente, me revelaba que parecía estar burlándose de mí. Pero no le daría el gusto, de demostrarme enojada con ella, por haber estado relamiendo en la boca de Terrens. Jamás. No le demostraría debilidad.
Sonreí tenuemente, devoviendole el gesto de falsedad. Para luego caminar hacía mi amiga, y tomarla por los hombros.- Iremos. Tengo pensados tres tatuajes que eh querido hacerme desde los diez.
El rostro de California era un poema. Lleno de emociones, pero sobre todo,la confusión estaba pintada en letras grandes y rojas. Me observó rápidamente buscando algo de tristeza en mí, pero al no hallarla, sonrió a Anastasia, chasqueando su lengua.
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Two Pieces ©
Teen Fiction«Thea tratará de encontrarse ella misma. Y por más difícil que se lo imponga el destino, él, se encargara de que todo valga la pena, ¿pero... el amor será suficiente?»