20. " De compras "

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Se podía ver por la ventana de la sala como todo se tornaba de blanco, una escena tan hermosa para los ojos de todos los que vivían en esa zona, ya que era muy extraño que hubiera una nevada en ese lugar.

Mientras que en la cosina de los Uzumaki, un azabache se encontraba haciéndole un maravilloso desayuno a su Omega quien se encontraba dormido aún.

Sasuke había decidido a hacer un omelette de pimientos rojos con queso, acompañado de un jugo de naranja.

Mientras acomodaba todo en una bandeja para poder llevarle la comida a su hermoso Omega, sintio una presencia más en el lugar.

Llevo su mirada hacia el marco de la puerta y se encontró a la pelirroja de su suegra,

Sasuke trago en seco al verla ahí parada, ya que por alguna razón le tenía miedo.

— Ya le vas a llevar la comida a Naruto.

El azabache sabía que eso no era una pregunta.

— Si señora.

— Me alegra saber que mi hijo no tendrá un bueno para nada como Alfa.

Dijo mientras le regalaba una sonrisa, Minato quien vio eso desde el otro lado de la cosina sentía que algo no cuadraba bien, el conocía a su esposa, y sabía que ella era más sobreprotectora con su hijo, y también sabía que ella tenía varias pruebas que quería hacerle a todos los alfas que Naruto tuviera .

Y fue ahí cuando supo lo que su esposa planeaba, pero decidió callar para ver cómo le iría al pobre muchacho.

— Creo que tiene razón señora Uzumaki.

— Siempre la tengo.

Dijo para después salir de la cosina,después de haber salido se escuchó un fuerte golpe.

Pues Kushina había olvidado el agua que había tirado para que el que cayera fuera Sasuke.

Mientras que Sasuke dejaba todo lo que le había preparado a Naruto para ayudarle a su a suegra. Minato simplemente no sabía si todo lo que había ocurrido era plan de su esposa o si había sufrido un accidente.

En lo que tardo para saber si eso había sido accidente o no, se dió cuenta que Sasuke ya no se encontraba en la mansión pues este ya había llevado a la pelirroja al hospital, pues el aseguraba que se había torcido un tobillo.

Minato solo soltó un suspiro, pues sabía que le echaria  la culpa de lo que le había ocurrido, sin más tomo la bandeja que el azabache tenía para llevársela a su hijo y poder desayunar los dos.

No era que el alfa rubio no supiera hacer nada o tal vez, solo tal vez, no sabía.

Pues para su defensa, siempre decía que la cosina lo odiaba.

Sin saberlo ya había llegado a la habitación de su hijo, abrió la puerta y se sentó en la cama, no se había percatado que ya el Omega estaba despierto.

—¿Fue un accidente o lo hizo a propósito?.

— No lo sé, pero que te parece si desayunamos lo que preparo tu alfa.

— Me parece bien, no creo que quieras pasar por los mismo otra vez.

Dijo Naruto para poder cortar un pedazo del omelette y llevárselo a la boca.

— No fue mi culpa, fue la del trapo que se incendio.

— Ajam.

Padre y hijo se encontraban disfrutando el desayuno, entre reclamos hacía al pequeño Omega por no saber hacer de comer, ya que el se concideraba muy torpe para ese tipo de cosas.

Mi dulce Omega « Sasunaru »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora