35 - Oficialmente

1K 98 130
                                    

•Piper•

Alex y yo nunca hemos sido tradicionales en nada.
Nos conocimos en la mitad de un bar bebiendo sin afán de emborracharnos, y tampoco teníamos ninguna intención de enrollarnos ni nada de eso.
Yo, personalmente a penas la vi me puse nerviosa, como cuando sacas una gelatina del refrigerador y la trasladas a otro sitio, exactamente así me sentía, y por lo mismo pensé que era mejor idea ignorarla, porque estaba casi segura de que ella no despegaría los ojos de su libro solo por mirarme, y tampoco necesitaba nada de romance, puesto que el libro que ella leía era precisamente sobre eso.

Jamás había besado a una extraña, nunca había pasado lo que con ella sucedió.
Sus labios me hicieron caer de inmediato, me alimentaron después de haber pasado tantos años en la hambruna sin saberlo.
Es como cuando recorres una cueva oscura y a tientas buscas la salida hasta que comienzas a cansarte, y de pronto aparece alguien que te guía a la salida y no solo eso, si no que va contigo allá y puedes verle con claridad dándote cuenta de que no desearías haber salido a la luz con nadie más que con esa persona.
Mi corazón lo sabía, Alex era diferente a todas las personas con las que alguna vez estuve, y eso hacía un hito en la historia de mi vida, aunque yo aún no supiera lo mucho que Alex iba a significar para mí, y que en un día como este, íbamos a terminar uniendo nuestras vidas por el resto de nuestra existencia de manera oficial.

Jamás fuimos tradicionales y no lo seremos, justo esta mañana, ambas nos ayudamos a arreglarnos.
Alex abotonó mi blusa con lentitud repartiendo besos en mi abdomen y mi pecho, y si me lo preguntan, eso fue cien veces mejor a que mi madre hubiera venido a ayudarme.
Mi madre.
Aún me es difícil creer que ni ella ni mi padre sean capaces de sobreponer la felicidad de su hija antes que su orgullo, pero en realidad los hijos no deben juzgar los errores de sus padres. Por algo somos personas independientes y pensantes, destinadas a aprender de los demás y tratar de no cometer los mismos errores y romper ese patrón de comportamiento, porque definitivamente a Ali podrán faltarle autos o lujos, pero jamás le faltará amor ni atención.
Subo el cierre del vestido de mi futura esposa besando cada centímetro que puedo de la piel de su espalda que de inmediato se eriza y la escucho gemir bajito.

Hoy es un día muy especial, no solamente por nuestro matrimonio, si no, porque una pequeña que amamos demasiado, cumple su primer año de vida hoy.
Alex la sostiene en sus brazos y Ali juguetea con los detalles del hermoso vestido de mi prometida mientras ambas sonríen y bromean entre ellas.
Juro que no hay vista más hermosa que verlas interactuar, con ese amor ferviente que se demuestran una a la otra, y no cabe duda que siempre voy a estar agradecida con Alex por aceptarnos y amarnos tanto como lo hace.
Ella nos acogió cuando mi vida se estaba desmoronando, cuidó de nosotras y nos compró todo lo necesario sin poner ninguna objeción y sin que yo se lo pidiera. Jamás me ha hecho sentir como que soy una carga o como que Ali necesita demasiadas cosas, ella siempre parece tan contenta de gastar su dinero con nosotras, que precisamente por ello es que me empeñaba en trabajar, para poder contribuir al menos un poco en todo esto.

Ambas listas y contentas, nos dedicamos a arreglar también a nuestro pequeño bulto con su vestido precioso y tan emocionada como si supiera lo que nos espera para el resto del día.
Alex le da un poco de manzana mientras yo intento peinar sus rizos dorados ingobernables, y juro que quiero llorar justo ahora solo por estar viviendo juntas este momento tan importante en nuestras vidas.

*Alex: -Yo también lo siento... El nudo en mi garganta me está venciendo.-

*Piper: -No puedo creer que hoy es su primer cumpleaños y que vamos a casarnos...-

APRENDE CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora