4 - Toda la verdad

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•Alex•

Conduzco rumbo a mi departamento con la mano de Pipes entrelazada con la mía sobre mi muslo, y aunque no hablamos mucho no me hace falta nada más.
La tengo a ella a mi lado, tengo una buena vida, un buen trabajo, no hay quien nos impida estar juntas.
Paramos en un semáforo y no puedo evitar mirarla a detalle mientras ella ve por el parabrisas del auto hacia en frente.

Paramos en un semáforo y no puedo evitar mirarla a detalle mientras ella ve por el parabrisas del auto hacia en frente

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Es tan preciosa ahí solo distraída y acariciando el dorso de su mano la hago mirarme.

*Alex: -¿Estás bien?- Ella mira nuestras manos unidas y aprieta con un poco más de fuerza.

*Piper: -Sí... Solo estoy algo nerviosa...-

*Alex: -No voy a hacerte nada que no quieras... Sabes que siempre te he respetado y eso no va a cambiar nunca.-

*Piper: -Yo lo sé Al... No es por eso...-

*Alex: -Eres tan hermosa...- Sonrío mirándola los ojos. -Confía en mí, no voy a hacerte daño.- Ella lleva mi mano a sus labios y da un besito para luego sonreírme y aunque no lo dice, sé que me cree.

El resto del camino le muestro algunos lugares que suelen ser cotidianos para mí, el parque, el supermercado, un par de museos y al fin estamos entrando en el estacionamiento de mi edificio.
Abro la puerta del auto para ella y la ayudo a bajar tomándola de la mano.
Avanzamos hacia el elevador y me debato internamente para no besarla de nuevo aunque me estoy muriendo de ganas.
Nuestras manos unidas sudan demostrando lo nerviosas que ambas estamos y no tengo más que urgencia por llegar a mi puerta.

Introduzco la llave y abro para ella, entregándole mi hogar y mi vida por segunda vez en nuestra historia, que ahora me gusta pensar no ha terminado, solamente tuvimos un momento de stand by y nos estamos reencontrando para seguir con esto.
Es cierto que mi rubia está un poco nerviosa y es bastante notorio, porque normalmente no es tan seria ni tampoco tan apagada como ahora está siendo.
Se niega rotundamente a beber vino, y aunque recuerdo que le gustaba bastante, no voy a forzarla porque tal vez no está de humor o piensa que tengo dobles intenciones con ella, lo cual no es así.
Únicamente quiero estar lo más posible a su lado antes de que vuelva a alejarse, y no es que en verdad no quiera hacer el amor, porque también estoy muriendo por eso pero no por razones pervertidas, si no por cercanía, por amor, por tener la dicha de darle placer, de sentirme amada y deseada como ella me hacía sentir siempre que se derretía en mis brazos.
Ni siquiera pretendo que ella me toque, porque con su entrega me es más que suficiente para sentir nuevamente que el mundo es mío.
Ella es mi mundo.

Nos sentamos en el sofá con un poco de jugo de arándanos, y aunque no soy una gran fan de la televisión, pretendo buscar algo que ver y no hay gran programación.
Cambio de canal una y otra vez, pero en realidad parece que hoy se han puesto en huelga y no encontramos nada que nos interese. Tal vez es eso o solamente es que estamos sintiendo nervios y no podemos concentrarnos en nada más.

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