APRENDE CONMIGO

34 - Mujer de las primeras veces

•Alex•

Jodido tráfico.
Ali llora desesperada y las jodidas flores se están estropeando con el calor del auto.
Cierro los vidrios y enciendo el clima, lo que termina de desinflar los globos que de por sí, Ali ya había maltratado y tuve que amarrar en el otro extremo del asiento y ese precisamente fue el motivo para las lágrimas de Ali.

*Alex: -Cariño, te amo... ¿Pero puedes callarte?- El tráfico comienza a avanzar, pero de cualquier forma estamos a veinte minutos de retraso y la fiera de mi prometida no deja de llamar.

Al fin me desvío de la avenida por el libramiento que han abierto para que pasemos a un lado del pobre tipo cuyo auto ha perdido un neumático provocando que se estampe en el concreto de uno de los muros de contención y que haya creado todo este desastre que estoy segura, me va a costar muy caro.
«Si cielo, yo tendré lista a Ali a tiempo, ve sin pendiente», todavía puedo escucharme repitiendo esas tontas palabras para que ella se fuera temprano sin alistar nada de las cosas para Ali, lo que a mí me demoró bastante y tuvimos que bañarnos juntas, ocasionando un desastre en el baño con los chapoteos de Ali y al final de todo, mi cabello se escurrió del gorro de ducha y tuve que lavarlo, lo que nos retrasó aún más, sin contar que cuando buscaba un pañal, a alguien se le ocurrió que era buena idea orinarse sobre el vestido que tenía elegido para ella, y ahora el jodido infotunio del tipo en la autopista.

Me estaciono sin ser cortez y bajo del auto con rapidez hasta la puerta del lado de Ali, abro y los malditos globos salen volando hasta hacerse invisibles.
¿A caso hay algo que pueda salirme más mal?
Tomo a mi hija y las flores a las que ella da manotazos que yo trato de evitar avanzando hacia el auditorio de la universidad donde ella va a recibir su premio, y espero que no estemos llegando demasiado tarde.
El guardia en la entrada está por pedirme la puta invitación que ni siquiera sé dónde está, así que frunzo el ceño mirándolo de mala manera y solo me coloca el gafete dándome acceso al interior que está abarrotado.
Busco un lugar y gracias a Ali todos voltean a vernos porque ha comenzado a llorar de nuevo, y la rubia más furiosa del lugar se acerca a mí para arrebatármela de los brazos.

*Piper: -Te pedí solo una cosa, y llegas una hora después.- Gruñe alejándose con mi hija agitada que se abraza a ella sin darme oportunidad de responder.

Me quedo enfurruñada tratando de calmarme pero es que el día ha estado tan jodido que no puedo evitar pensar en lo malagradecida que Piper está siendo justo ahora conmigo.
Una persona de al lado se levanta y se recorre a un par de asientos dejándome completamente sola, y me agrada que lo haga, así no tengo que disimular mi frustración.
El evento sigue, pero yo no puedo prestar nada de atención, pues envío mensajes a Nicky para desestresarme un poco, pero no sé en qué mente cabe querer relajarme tratándose de Nicky.