I

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Con una sonrisa arrogante Louis mantenía su cigarrillo entre sus labios, y observaba a las personas que pasaban por aquel parque. Solía estar muy concurrido en aquellas horas y la mezcla de aromas le revolvía el estómago, pero no se movía. A su lado Zayn, su mejor amigo, golpeaba su rodilla con la propia una y otra vez con la vista perdida entre la multitud, era una tarde normal y tranquila para ambos.

– Hey Zanahoria, ¿qué harás durante el verano?

La mueca en el rostro del aludido le dio al de cabellos castaños una idea de la respuesta.

– Volver a casa, ya sabes, lo de siempre.

Encogiéndose de hombros levantó la vista hacia su amigo, dispuesto a devolver la pregunta.

– ¿Y tú?

– Lottie y yo pensamos en ir a visitar a mi madre y las niñas, ya sabes, lo de siempre.

Zayn iba a responder cuando un chillido los interrumpió, alzaron la mirada y la gente observaba a un mismo punto, decidieron acercarse y, como no, entrometerse, era lo suyo. Ambos tiraron sus cigarrillos en la papelera junto a la banca y se acercaron al lugar de procedencia de los gritos.

Tres chicos peleaban, no sabían bien porqué, pero en vista de que nadie más lo haría ellos lo pararían.

– ¿Qué está pasando aquí?

La voz de Louis sorprendió a los chicos, que dejaron de discutir, alejándose de los otros, y miraron al par de alfas. Unos ojos verdes quedaron mudos cuando encontraron el azul de los ojos de Louis, pero los otros dos volvieron a discutir.

– ¡Fue culpa tuya, por molestar a Hazza!

El rubio señalaba al otro chico, un alfa, que molesto por la intromisión solo rodó los ojos.

– ¿Quieres callarte? Tu voz me irrita.

Parecía que volverían a pelear y el alfa se acercó al chico rubio peligrosamente cuando Zayn lo encaró.

– El chico no está a gusto con tu compañía.

– Y parece ser que ricitos tampoco, así que lárgate.

Louis avanzó colocando su brazo sobre el hombro de Zayn tras haberse perdido en las verdes  esmeraldas del rizado durante un momento.

– ¿Y si no quiero?

Algo dentro de Louis se removió, su alfa pedía a gritos golpearle y acabar con él, pero se contuvo, su autocontrol estaba al límite, pero se contuvo.

– Lárgate.

Zayn pareció notar que la voz de su amigo había sonado más grave de lo normal pero lo disimuló muy bien, el chico frente a ellos parecía cada vez más frustrado y cuando trató de encajar un golpe en la mandíbula del castaño recibió antes uno por parte del atacado.

Sin más remedio que irse con su orgullo herido y su nariz rota el alfa dio un último grito a los chicos antes de desaparecer.

– ¡Ni siquiera está tan guapo!

Un gruñido bajo salió de los labios de Louis que miró a Zayn y luego volteó a mirar a los chicos.

– Ya se ha...

La frase quedó en el aire, ni el rubio ni ricitos se encontraban ahí, nadie en realidad, y nuevamente Zayn notó los brazos de su amigo tensarse.

– Lou, ¿va todo bien?

Un ligero movimiento de cabeza le dio una respuesta afirmativa a su amigo, o al menos eso creía, estaba bien, sí, claro, ¿por qué debería estar mal?

Flores Salvajes || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora