XVI

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Harry había llegado de una pieza a su hogar, su hermana Gemma lo recibió en la estación y juntos fueron hasta su casa, allí Anne lloró como una magdalena por el regreso de su pequeño y se pusieron al día de lo que les había ocurrido, Harry contó a su madre lo vivido en Doncaster pues obviamente ya le había hablado a ella de Louis, obviamente, así que solo fue necesario que le contara sus aventuras.

Todo fueron risas, casi a la hora de cenar Robin volvió a casa y compartieron risas y anécdotas hasta que fue hora de dormir. Harry estaba terriblemente cansado pero eso no era motivo suficiente para él como para no deshacer la maleta, debía guardar y poner a lavar su ropa, así que lo hizo en cuanto tuvo su pijama puesto.

Mientras separaba la ropa frunció el ceño al ver algo que evidentemente no era suyo, ni era su estilo ni su talla, pero el aroma de Louis llegó a sus fosas nasales en cuanto lo acercó un poco y no dudó en abrazar la prenda. Al colocarsela sonrió, no era la primera vez que usaba una sudadera de Louis, pero sí era la primera vez que el alfa se la daba de forma intencional. En cuando se vio al espejo sonrió y corrió a por su móvil, debía enviar un mensaje a Louis.

Gracias por la sudadera,
Lou. No lo esperaba.

Harry dejó el aparato en la cama y terminó de deshacer la maleta. Para cuando hubo terminado y regresó a la cama tenía una respuesta de Louis que lo dejó sonriendo a la pantalla.

De nada precioso,
ten lindos sueños.

Y envuelto en el aroma del alfa y con aquel mensaje no había duda de que Harry tuvo lindos sueños.

Lo que le provocó un muy buen humor al despertarse.

- Parece que alguien tuvo-.

Gemma se detuvo al momento en el que iba a abrazar a Harry, abriendo mucho los ojos y corriendo escaleras arriba más rápido de lo que se podía imaginar de su parte.

- ¡¿Dónde está?!

Anne salió de la cocina y miró confundida hacia donde se había ido su hija, realmente sin entender qué le pasaba a su hija.

- ¿Dónde está quién, Gems?

- ¡El alfa!

En ese momento Robin alzó su taza de café y dio un sorbo antes de gritar para que Gemma lo escuchara.

- ¡Estoy aquí!

En ese momento algo en el cerebro de Harry hizo click y entendió lo que estaba ocurriendo, sintiendo como sus mejillas se sonrojaban tanto que casi dolía.

- Louis no está aquí, Gems, pero me dio su sudadera.

Los pasos pesados de Gemma resonaron mientras bajaba la escalera y entraba en la cocina con la decepción marcada en su rostro.

- Ah.

Todos rieron a carcajadas menos Gemma, que se centró en saborear su desayuno, y a mitad de éste se escuchó el tono de móvil de Harry, quien se levantó a contestar la llamada.

- ¿Lou?

El sexto sentido de Gemma se agudizó y corrió al lado de su hermano, colocándose muy cerca de él tratando de escuchar.

- Buenos días, Harry.

- ¿Te acabas de despertar?

Una risa y un bostezo del otro lado de la línea confirmaron a Harry que su alfa acababa de despertar de su sueño.

Flores Salvajes || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora