Flores Salvajes || L.S

XV

El domingo por la mañana Harry no quería levantarse de la cama, su cuerpo estaba pesado y solo quería seguir envuelto en las sábanas, pero claramente eso no era una opción, prometió a su madre la noche anterior cuando hablaron por teléfono que volvería a casa esa tarde. Harry de verdad se sentía muy cómodo en la cama, ¿o era en Doncaster?

Su maleta estaba abierta en medio de la habitación, había intentado prepararla antes de dormir, pero había acabado llorando y negándose a terminar, lo dejó para el día siguiente, y claramente en ese momento no tenía ganas de ordenar sus cosas.

– ¡Buenos días! ¿Cómo durmió el rizado más bonito del mundo?

Harry seguía sin poder creer que el alfa que tenía frente a él con una bandeja repleta de comida fuera el mismo que años atrás traicionó a Louis.

– Bien, ¿y tú?

Ashton se sentó en el borde de la cama y le dejó la bandeja sobre las piernas para que pudiera desayunar.

– Muy bien.

Harry necesitaba saber el motivo, no podía irse a casa sin saber lo que había pasado, Lottie le dijo que fue culpa de celos, pero aún no entendía bien lo que pasó.

– Ash, ¿puedo preguntarte algo?

– Adelante.

Harry se sentó y dio un mordisco a su tostada antes de mirar a los ojos del alfa y buscar las palabras adecuadas en su mente para formular la pregunta.

– ¿Por qué- ¿Por qué dijiste eso en la fiesta? Lo de que no podías hacerle eso a Lou de nuevo.

Un suspiro se escapó de los labios de Ashton cuando bajó la mirada y jugó con sus manos, haciendo notar así su nerviosismo, pero Harry no daría su brazo a torcer.

– Esperaba que ya te lo hubiese contado él.

– Luke me dijo que Sam Fender lo engañaba con un alfa, supuse que eras tú.

Una mueca en el rostro del pelirrojo dejó aún más confundido al rizado, que volvió a morder su tostada y lo miró con curiosidad.

– Estaba celoso porque Luke y él eran muy amigos, no me malinterpretes, me gusta que lo sean, pero en aquel entonces... no lo sé, no pensaba.

– Ahora tampoco lo haces.

Ambos rieron y antes de retomar la conversación Ashton golpeó amistosamente el hombro del omega.

– Antes de un partido otro capitán había amenazado con lesionar a Louis y a Luke, Louis me lo contó y fui a hablar con él y su entrenador esa misma tarde. Todo quedó bien pero Louis durante el partido estaba preocupado de que algo le pasara a Luke así que cuando el capitán se acercaba él lo observaba todo con detalle... me puse celoso y acabé lesionandolo. Ganamos ese partido, y cuando celebrábamos Fender salió de las gradas y me besó, Louis lo vio. Te juro que no pensaba, Hazza, y me arrepiento muchísimo. — A esa altura lágrimas silenciosas se deslizaban por las mejillas de Ashton, lo que dio a entender a Harry que su arrepentimiento era real. — Louis pasó casi un mes en el hospital y cuando salió dejó el equipo, no me hablaba y yo solo quería disculparme. Ese día no solo perdí al mejor mediocampista que he conocido... también perdí un amigo.

Tratando de controlar su respiración Ashton miró a Harry con un intento de sonrisa antes de ser estrujado por los brazos del rizado con demasiada fuerza.

– Habla con Lou, Ash.

– Lo he intentado per-.

La mano de Harry tapando su boca le impidió seguir hablando más que balbuceos