Flores Salvajes || L.S

XXXII

– ¡Tomlinson! ¿Enloqueciste?

Ashton entró en su dormitorio acompañado de Zayn, quien parecía que no se había despertado mucho antes, y el castaño miró a Irwin con una mueca, pues había interrumpido su sueño.

– Ashton, ¿puedo saber qué haces aquí?

– ¿Cuánto creías que tardaría en enterarme de lo que planeas con Styles?

– No sé de qué hablas, Ash, Harry y yo estamos bien.

Ashton estaba perdiendo la paciencia, necesitaba una explicación.

– Hablo de Gemma, idiota.

Fue el turno de Zayn de despertarse y sacar todo su sueño de encima.

– ¿Él lo sabe? Joder Louis, nadie podía enterarse, ¿quién lo sabe?

– Tú, Lotts, Gemma, Ashton al parecer, y yo.

– Demasiados.

Zayn se fue de la habitación claramente malhumorado, se suponía que era un secreto.

– Ashton, no tengo tiempo ni ganas de discutir contigo hoy, tengo algo muy importante que hacer.

– Sí, pedirle a Harry que te deje cortejarlo, ya lo sé.

Louis lo miró con una mueca confusa, empezaba a creer que el rubio tenía poderes sobrenaturales y podía leer su mente.

– ¿Cómo sabes eso?

– Luke me lo contó.

Louis rodó los ojos y se levantó de la cama, sacando un par de piezas del armario y lanzandolas a la cama, donde Ashton se había sentado.

– Creía que ya lo estabas haciendo, Hazza me dijo que le habías pedido cortejo bajo la lluvia.

– ¿Crees que le pediría a mi omega cortejarlo así? Me ofendes Irwin.

Ambos alfas estallaron en risas, pues los dos sabían que lo que Louis decía iba enserio. El castaño fue al baño, momento que Ashton aprovechó para salir fuera, donde Zayn hablaba con una chica no muy alta, de cabello castaño y aroma a arándanos.

– Zayn, ¿quién es él?

– Ashton, un viejo amigo.

La chica extendió su mano hacia el otro alfa y se saludaron con una sonrisa.

– Iris, yo que tú no me haría ilusiones, tiene un omega al que no te gustaría quitarle el alfa, créeme.

– ¿Por quién me tomas, Malik?

– Simplemente te conozco.

Todos los presentes rieron y Ashton se despidió antes de marcharse, solo había ido a interrogar a Louis, en lo que había fallado estrepitosamente, pero tenía tiempo para enterarse, y si el castaño priorizaba cortejar a su amigo no sería él quien se lo impidiera, o muy probablemente Harry dejaría de hablarle.

– ¡Zayn, estoy listo, me voy!

– Suerte amigo.

Iris se fue no mucho después que el alfa de cabello rojo, así que se encontraron solos y Louis mentiría si no estaba malditamente nervioso en aquel momento, pero como siempre Zayn estaba ahí para devolverlo a la realidad.

– Hablamos de Harry, Lou, te dirá que sí antes de que termines de preguntarlo.

– Sí, claro, vale, me voy, gracias.

Louis se fue notablemente nervioso, y Harry lo notó en cuanto subió al coche del alfa. Su aroma lo delataba, y para el omega solo era una cita más.