XXIII

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Los días pasaban para los chicos sin ninguna aventura especial, Harry y Louis hablaban por horas, contándose como les había ido el día o lo que pensaban hacer al día siguiente, planes de los cuales no cumplían ni la mitad.

En una ocasión incluso se durmieron con el otro en la línea, fue la noche en la que mejor durmieron desde que se habían separado, la respiración del otro por el altavoz calmaba a su compañero.

Estaban siendo muy buenos días para todos, en realidad. Niall disfrutaba de sus últimos días en Irlanda, Liam había comenzado a llevar a Maya a todos los lugares especiales que conocía, Ashton y Luke con suerte podían despegarse de los labios del otro un par de segundos y Zayn se había hecho muy amigo de Jelena, su destinada.

– Lou, volví.

– ¡Estoy hablando con Harry!

Murmullos se escucharon cuando Louis volvió a darle toda su atención al omega al otro lado de la línea y Zayn se sentó frente a él en el sofá mientras fingía un apasionado beso abrazando al aire, lo que provocó que las mejillas del castaño se tiñeran de un fuerte color rojo mientras golpeaba a su amigo con un cojín.

– Voy a preparar la cena, sigue hablando con Harry, Gigi te manda saludos.

Louis asintió ante lo que su amigo había dicho y una vez más regresó su atención al omega, que le contaba como había pillado a Ashton y a Luke besándose cuando fue a Doncaster el día anterior.

– Y entré, y Lou, eso no era un beso, ¡se estaban devorando!

Las risas de Louis hacían sentir bien a Harry, al punto de que siempre quería escucharlo reír y se esforzaba por decir cosas sin sentido que provocaran las carcajadas del alfa.

– Algún día ocurriría, omega.

– Sí, pero no enfrente de mis ojos.

– Técnicamente tú entraste sin llamar.

– Te odio.

Ambos rieron pensando en lo afortunados que eran por tener al otro ahí, simplemente riendo y diciendo cualquier tontería.

– No quiero empezar la universidad de nuevo, alfa.

– ¿Por qué?

– Tendrás muchos omegas cerca.

– Ninguno como tú, mi amor.

Harry se sonrojó con aquellas palabras y desde la puerta de la habitación Gemma lo observaba con una sonrisa burlona mientras el rizado solo trataba de ocultar su sonrojo con su mano libre.

– Tengo que colgar, Lou, ¿hablamos después?

– Claro Hazza, te quiero.

– Y yo a ti.

Cuando la llamada terminó Harry le lanzó su almohada a su hermana mientras ambos reían y el omega se sentaba en la cama, donde posteriormente se sentó Gemma a su lado.

– ¿Qué quieres, estúpida?

– Molestar.

Harry rió bajando las escaleras mientras intentaba no tropezar y llegar a la cocina de una pieza, donde encontró a su madre cocinando.

– ¡Mamá, Gemma es traficante de drogas!

– Oh no, aquí vamos de nuevo. Harry, cariño, tu hermana no puede ser traficante de drogas.

– ¿Por qué no? Ya no tiene nueve años.

Gemma observaba todo desde la puerta mientras intentaba no reírse, Harry hacía el mismo esfuerzo por mantener su acusación de forma seria, aunque Anne no podía tomarlo en serio.

– ¿Por qué no van a poner la mesa? La cena ya está casi lista.

Ambos asintieron y riendo salieron de la cocina para preparar la mesa para la cena mientras recordaban sus tiempos de infantes entre risas y sonrisas.

– ¡Llegó por quien lloraban! Huele muy bien, ¿qué cocinas, Malik?

Lottie entró a la cocina y observó lo que Zayn cocinaba por encima de su hombro antes de besar su mejilla.

– Espero que hayas hecho suficiente para los tres, porque esa cosa parece deliciosa.

– Tranquila, Lotts, hay para ti también.

Asintiendo la alfa salió de la cocina, abrazando a su hermano cuando se sentó a su lado y lo miró con una sonrisa cuando se separó, esperando que la pusiera al día sobre lo que pudiera haber ocurrido con Harry.

– Nada nuevo, pequeña.

– Aburridos.

Ambos rieron y Lottie se apoyó en el hombro de su hermano, recargando la cabeza en su cuello y aspirando su aroma, que siempre logró calmarla cuando lo necesitó.

– Lou.

– Dime.

– Gracias, por todo.

Louis solo abrazó más a su hermana y dejó un beso en su cabeza mientras seguía viendo lo que pasaban en la televisión, aunque desde que había descubierto que su mejor amigo estaba enamorado de su hermana prestaba mucha más atención al comportamiento de ambos cuando estaban juntos, y mentalmente se reprendía por no haberlo notado antes, ¿cómo no pudo? Eran tan obvios, ambos, aunque ninguno de los dos quisiera reconocerlo por estar "mal visto".

Si alguien le dijera a Louis que estaba mal que quisiera proteger, cuidar y mimar a Harry por el resto de su vida haría oídos sordos, pero entendía a Zayn y Lottie, no solo era su condición de alfas, también influía que eran amigos prácticamente desde que usaban pañales, era muy complicado para ambos y Louis no podría hacer nada al respecto más que apoyarlos.

Mientras tanto seguiría pensando como proponerle a su omega que le dejara cortejarlo.

Había descartado mil ideas, ninguna le parecía lo suficientemente buena o lo suficientemente elaborada como para ser una propuesta para Harry, bajo su punto de vista el omega merecía lo mejor, no podía hacer cualquier cosa, tenía que hacer de su cortejo algo mágico y especial, que el omega recordara con una sonrisa hasta el último de sus días, y para ello necesitaba pensarlo demasiado. Por suerte para él contaba con que el omega no volvería a Londres hasta pasadas unas semanas, y aún así tendría tiempo para planearlo, solo esperaba que cuando hubiera encontrado la manera perfecta no fuera demasiado tarde.

Pero estaba seguro de que la espera merecería la pena, tenía que asegurarse de darle al omega lo mejor, un cortejo cualquiera no sería suficiente.

Para Harry nunca nada sería suficiente, pues bajo los ojos de Louis, su pequeño omega merecía cada centímetro existente en el mundo, y aún así sería insuficiente. Sin duda alguna le daría a su pequeño el mejor cortejo que un omega podría desear.

– Lotts, necesito tu ayuda.

Fue así, como una noche cualquiera de un día cualquiera, la bombilla se encendió sobre la cabeza de Louis, el plan era un poco extraño, pero podría funcionar y para que tuviera éxito necesitaría la ayuda de sus amigos, pero sobretodo necesitaría la ayuda de su hermana, ella era la chica de contactos, la sociable de la familia.

Fue así como empezó todo, ¿o tal vez empezó antes y ninguno lo notó? Hay muchas posibilidades y no hay una respuesta verídica al cien por ciento.

Lo único que Louis sabía que era cierto era que quería pasar cada día de su vida con Harry, con eso tendría de sobra.








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Alguien está llorando, pero no os diré quién soy.

Comunicado oficial: En unos días es mi cumpleaños y para celebrarlo haré un maratón ese día, además estaré dedicando capítulos a todo el que quiera durante estos días.

Si quieren su dedicación comenten aquí 👉🏻

Si hay errores ortográficos sentiros libres de corregirlos.

All the love

Flores Salvajes || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora