Flores Salvajes || L.S

XXVII

Mini-maratón

Harry y Louis bajaron del coche cuando la carretera se acabó, y tomados de la mano caminaron mientras bromeaban y Louis miraba curioso a su alrededor, las vistas eran increíbles, debía admitirlo. El rizado lo guió por donde quería que fuera y el alfa sólo lo seguía con una boba sonrisa en sus labios mientras las flores y plantas hacían cosquillas contra la piel de sus tobillos a cada paso que daban.

– Siempre vengo aquí cuando necesito calma, paz, nunca he visto a nadie más aquí así que me gusta pensar que es mi lugar secreto del mundo.

Louis sonrió con ternura mirando a Harry, se veía tan calmado que el castaño no podía apartar la mirada de él, se le notaba en completa armonía con lo que les rodeaba y Louis entendió porqué ese lugar le gustaba tanto, se sentía afortunado de que el omega lo quisiera compartir con él.

– Lou, ¿me estás escuchando?

El alfa miró a Harry, que lo miraba de vuelta con una sonrisa divertida que marcaba uno de sus hoyuelos, y Louis solo siguió su instinto y lo tocó, pasando su dedo por el hoyuelo, lo que arrancó una carcajada al omega que marcó el otro hoyuelo, causando que el castaño hiciera lo propio con el otro.

– Lou, ¿qué haces?

– Me gustan tus hoyuelos.

Las mejillas de Harry rápidamente se tornaron de un fuerte color rojo ante las palabras de Louis, y se separó riendo observando lo que tenía ante sus ojos, el paisaje era natural completamente, no se veían edificios ni carreteras y el silencio sólo era roto por el cantar de algunos pájaros cercanos, era un lugar digno de admirar.

– Es precioso, Hazza.

Louis miraba a Harry con una amplia sonrisa, perdido en sus movimientos mientras el rizado daba vueltecitas sobre sí mismo y sonreía con los ojos cerrados, simplemente disfrutando, pero al abrir los ojos encontró la mirada de Louis contra la suya y dejó de moverse.

– Ni siquiera lo estás viendo.

– Estoy viéndote.

Harry cruzó sus brazos e hizo un puchero con sus mejillas aún más sonrojadas, mientras Louis solo podía reír sin parar, acercándose para abrazar al pequeño omega entre sus brazos.

– Alfa bobo.

– Te quiero.

Acabaron sobre la hierba mientras se abrazaban y acariciaban, se sentían en el paraíso y creían que así los recibirían el día que murieran. Estaban tocando el cielo solo con la compañía del otro. Las horas, por desgracia, no respetaron su burbuja y continuaron pasando hasta que el sol comenzó a ocultarse en el horizonte. Ambos sentados sobre el pasto, uno junto al otro, observaban en silencio ese espectáculo de la naturaleza.

– Hazza.

– ¿Si?

– ¿Crees que el Sol está lejos?

Louis miró a Harry con una expresión neutral, era más que obvio para cualquier persona que pudiera razonar que el Sol estaba excesivamente lejos de cualquiera, por eso Harry lo miraba con una expresión confusa.

– Sí, claro que lo está.

– Si algún día consigues tocar el Sol, yo dejaré de amarte.

Lo había dicho, había soltado la bomba sin siquiera esperarse y Harry no sabía cómo reaccionar, esa frase daba vueltas en su cabeza sin dejar que la pudiera asimilar. Había explotado su circuito neuronal.

– Nunca lo intentaré.

Habían entrado en su propia burbuja, cosa que pasaba muy seguido desde hacía bastante, pero poco les importaba, el cielo empezaba a oscurecerse sobre ellos y tenían toda una vida juntos por delante.

– Sabes que Niall te matará por llevarme tan tarde a casa, ¿verdad?

– Empiezo a acostumbrarme a sus amenazas de muerte.

Ambos rieron y se levantaron agitando sus ropas para sacudir el pasto que pudo quedarse en las prendas, pero Louis no dudó un momento en agacharse a tomar una pequeña flor silvestre y colocarla entre los rizos de Harry mientras mantenía su sonrisa cruzando su rostro.

– Hermoso. Eres simplemente hermoso.

Las mejillas de Harry ardían, y solo juntó sus labios a los de Louis en un pequeño beso, para irse de la mano hasta donde habían dejado el coche horas atrás.

– Mañana no podré ir a comer contigo, tengo que ayudar a Zayn con algo.

Louis se notaba nervioso cuando subieron al coche, y Harry lo notó, pero no dijo nada, y se mantuvo en silencio todo el camino, únicamente con la música creando ambiente entre ellos y relajando la ligera tensión que se había formado tras el comentario, pero al llegar frente al edificio en el que vivía Harry no pudo mantener su boca cerrada por más tiempo.

– ¿Estás bien? Desde que dijiste lo de Zayn estás, ¿raro?

– Te lo contaré en cuanto ocurra, pero no es malo, no te preocupes, mi amor.

– Vale, hasta mañana, alfa.

Compartieron un último beso antes de que Harry bajara del coche, cargando su mochila sobre su hombro y despidiendo a Louis con una mano hasta perderlo de vista. En cuanto el coche del castaño salió de su campo de visión corrió hasta su casa y al entrar saludó de forma rápida a los chicos y se encerró en su habitación, sacando su portátil y rezando porque la alfa contestara.

– Hola Hazza, ¿va todo bien?

– ¿Zayn va a cortejar a esa chica de la que me hablaste?

– ¿Qué?

La mirada de Lottie en la pantalla expresaba confusión y un poco de pánico, temía que ese día llegara. Pero al ver la expresión aliviada de Harry se relajó un poco. Desde que el omega había regresado de Holmes Chapel había entablado una increíble amistad con Lottie y muchas veces eso sirvió de alivio para ambos.

– Lou dijo que tiene que ayudar mañana a Zayn con algo y no comeremos juntos, dijo que era algo bueno y como él no sabe sobre tus sentimientos creía lo peor.

– No, no, Zayn me lo habría dicho si fuera a cortejar a una omega, no es eso.

Ambos se relajaron, Harry no quería ver a Lottie sufrir por un amor no correspondido, menos si se trataba de su mejor amigo, y Lottie agradecía la preocupación de Harry, era diferente tratar con él que con sus amigos, que eran mayoritariamente alfas o estaban demasiado centrados en conseguir uno.

– Si no vas a comer con Lou, ¿qué harás mañana?

– ¿Batido de chocolate y hamburguesas hasta reventar?

– Suena increíble, me apunto.

Con eso planearon lo que sería su tarde al día siguiente, decidieron finalmente que una película en casa de la alfa después de comer todo lo que sus cuerpos le permitieran sería la definición ideal de una tarde perfecta, así que eso harían.

Pero, era obvio que no sabían que sus perfectos planes podrían afectar a lo que tanto tiempo llevaba siendo preparado y que tal vez, solo tal vez, su plan no era tan perfecto y podría acabar en ruina. Ninguno de los dos pensó en esa posibilidad, porque para ellos ni siquiera existía.

|♡|

Ya quiero saber qué va a pasar, hasta yo quisiera saber pero no sé.

Si hay errores ortográficos sentiros libres de corregirlos.

All the love ♡