II

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Efectivamente las compras no se harían solas, tal y como Niall dijo, pero nada odiaba Harry más que ir al supermercado, realmente lo odiaba y lo consideraba estresante, hasta que, mientras buscaba las latas de atún, recibió un golpe de Niall y cuando lo miró dispuesto a quejarse éste solo señaló hacia delante con la cabeza. Una chica de cabellera rubia observaba con sus brazos cruzados y una sonrisa divertida como un chico trataba de alcanzar la mermelada en el estante más alto, claramente no podía, pero le resultaba familiar. El chico del parque. Lo reconoció en cuanto, exasperado, volteó a ver a la chica y pudo ver sus ojos azules.

– Si puede ser me gustaría volver a casa hoy, Lou.

Así que su nombre era Lou, algo que quedó memorizado en la cabeza de Harry, quien solo observaba aquella escena sin esperar lo siguiente.

– Venga, Lotts, sabes que no lo alcanzo, demuestra que me amas tanto como dices y baja tú la mermelada.

La rubia finalmente bajó la mermelada y la colocó dentro del carrito mientras miraba a su hermano con una sonrisa triunfal.

– Listo, ahora toca la leche de almendras.

La mueca de Louis hizo carcajear a su hermana y siguieron su compra sin saber que habían sido observados. En la mente de Harry todo conectó de manera rápida, aquella chica amaba a Lou, y era normal que alguien tan guapo tuviera una novia tan bella como ella. El aroma a vainilla que Harry desprendía comenzó a ahogar a su amigo, ya no era dulzón como acostumbraba, la tristeza de su amigo estaba presente.

– ¿Qué te pasa, Hazza?

Una negativa fue todo lo que recibió de su amigo antes de que comenzara a caminar en busca del atún, realmente no quería hablar en ese momento y Niall comprendía, le contaría cuando fuera el momento, y claramente ese no lo era.

No fue hasta que se dirigieron a la caja para pagar la compra que volvieron a cruzarse con Lou y esa chica, y Harry maldijo su suerte cuando los vio y dijo algo a la chica para acercarse a ellos, pero solo cuando estuvo lo suficientemente cerca Harry pudo notar el aroma que el alfa desprendía, café, pero no solo café, algo más que no podía  diferenciar, y su omega quiso acercarse más, pero sus pies se mantuvieron en su lugar.

– ¡Hey! Rubio, ricitos, ¿se encuentran bien? En el parque desaparecieron.

Niall miró a Harry, él lo había arrastrado para irse, así que él debía dar una explicación.

– Eh, sí, yo... quiero decir nosotros...

Su omega aleteaba dentro de él, lo atribuyó a los nervios por ser atrapado por aquel chico en su huida.

– Nosotros debíamos irnos, los padres de Harry se hubieran preocupado mucho si tardábamos más, ¿verdad?

Y Harry agradeció a lo que fuera que controlara el destino por darle un amigo como Niall.

– Sí, fue así.

El chico asintió con una sonrisa creyendo por completo lo que le habían contado y dando una mirada rápida a donde se encontraba su hermana, ya esperándolo con las bolsas.

– Bien, me alegra que estén bien, fue un placer Harry y...

– Niall.

– Niall, bien, sí, adiós.

En cuanto estuvo lo suficientemente lejos Harry soltó el aire que no sabía que retenía y miró a Niall, quien sonreía.

– Espera aquí.

Y empezó a correr por donde se había ido Louis, Harry realmente quería matarlo en ese momento pero solo esperó a que su amigo regresara para arrancarle el rubio y dejarlo moreno de nuevo. Fueron solo un par de minutos, pero el rizado lo sintió como una eternidad cuando Niall volvió a su lado agitando un papelito en sus manos.

– Louis me dio el teléfono de su amigo, no podía pedirle el suyo directamente, dice que se llama Zayn.

El rizado simplemente rodó los ojos y caminó hasta la caja para pagar la compra con el pensamiento de que su amigo no estaba bien de la cabeza.

Al salir del supermercado fueron directamente al apartamento que compartían con su mejor amigo y él estaba ahí viendo alguna serie.

– Hey chicos, ¿y mis nuggets?

Harry, sin dudarlo un momento, sacó de una de las bolsas el paquete de nuggets congelados que habían comprado para Liam y se lo lanzó a la cabeza, lo que ocasionó un quejido por parte del alfa y risas por parte de los otros dos chicos.

– Conocimos a dos chicos en el parque, bueno en realidad a tres, pero uno de ellos no tiene importancia.

En ese momento la atención de Liam dejó de estar en la bolsa de nuggets y se centró en sus amigos, dispuesto a escuchar lo que había ocurrido.

– Un alfa quería una cita con Hazza, tratamos de apartarlo, era muy pesado y no nos dejaba, pero llegaron dos alfas y lo hicieron marchar. Antes de que pudiéramos decir nada Hazza me arrastró hasta la cafetería que hay a dos calles, donde venden esos bollos de canela tan ricos. — Niall divagó un poco, pues realmente esos bollos eran sus favoritos en todo el mundo, y en ninguna parte los hacían como en esa cafetería, pero un chasquido de dedos por parte de Liam lo devolvió al mundo real y continuó hablando. — Sí, eso, y creo que a Hazza le gusta uno de ellos, y nos lo encontramos mientras comprábamos, pero estaba con su novia. Cuando nos lo cruzamos de nuevo vino a saludarnos y tengo el número de teléfono de su amigo.

El rubio sacó el papel en el que llevaba anotado el número de Zayn y lo agitó en el aire. Liam no pudo evitar reír ante el sonrojo instalado en las mejillas de Harry, que con largos pasos se alejó de la sala, cerrando la puerta de su habitación de un portazo.

– ¿Qué esperas, Niall? ¿Una invitación? Llámalo.

Con la insistencia de Liam al rubio no le quedó de otra que sacar su teléfono y marcar los números que llevaba en el papel y esperar a escuchar algo de la otra línea. Cada tono que sonaba provocaba en el rubio un vuelco en su estómago, eso lo hacía por su amigo, claro, pero no podía evitar que hablar por primera vez con un desconocido le causara tal nivel de timidez.

No fue hasta el cuarto tono, cuando ya estaba a punto de colgar, que recibió una respuesta del otro lado de la línea, y reconoció la voz del chico que había conocido en el parque.

– ¿Hola?

La mirada sugerente de Liam le hizo rodar los ojos y golpeó el hombro de su amigo antes de responder al chico que esperaba una respuesta rápida.

– Hola Zayn, soy Niall.





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La imagen mental de LHH sonrojado es todo lo que me da la vida, muchas gracias.

Si hay errores ortográficos sentiros libres de corregirlos.

All the love

Flores Salvajes || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora