XXIV

1.9K 189 8
                                    

La mañana empezó tranquila, Harry y Gemma recogían todo lo que era necesario para preparar la maleta de Harry mientras ella molestaba y él se sonrojaba. No querían que el momento de despedirse llegara pero era inevitable, Harry debía volver a la universidad.

– Tienes que cuidarte mucho.

– Lo sé, Gems.

– Me aseguraré de que Zayn me cuente como va todo.

Harry rodó los ojos, su hermana se había vuelto muy amiga de Zayn en el verano, y no le cabía duda de que conseguiría sonsacar al alfa cualquier cosa, era una chica insistente. Pero lo que Harry no sabía es que Gemma se refería a otra cosa, su complicidad en el plan de Louis para cortejar a Harry había sido muy importante para que todo saliera bien, y en realidad todos los involucrados esperaban que saliera muy bien.

– Lo sé, lo sé.

– Chicos, ¿ya terminaron?

Anne entró a la habitación y sus hijos la miraron, negando con la cabeza simultáneamente, a lo que su madre rió y los abrazó a ambos.

– Voy a extrañarte mucho, mi bebé.

– Solo Louis tiene el permiso para llamarlo así, mamá.

– Yo tuve a mi cachorro, ¿verdad? Entonces puedo llamarlo bebé las veces que yo quiera mientras a Harry le guste.

El aludido se sonrojó ocultándose en el abrazo de su madre riendo por la conversación que mantenían las dos chicas. Las iba a echar muchísimo de menos, solo esperaba que Navidad llegara pronto para poder volver a verlas.

– Ten mucho cuidado, cariño, ¿Louis irá a recogerte?

– Sí, mamá, tranquila.

Anne asintió mientras abrazaba de nuevo a sus hijos y un flash los interrumpió a todos, seguido de risas mientras todos miraban a Robin, que observaba a su cámara como si hubiera hecho algo horrible, en realidad fue así, lo delató y quería pasar desapercibido, pero no fue posible gracias al flash.

– Perdón, sigan abrazándose.

Todos rieron e incluyeron a Robin en el abrazo mientras pensaban cada uno en su propia versión del abrazo, para Anne significaba que sus hijos estaban creciendo más rápido de lo que le gustaría, para Robin que su familia estaba completa de nuevo, aunque Harry estuviera a punto de regresar a Londres, para Gemma que echaría de menos molestar a su hermano y despertarlo por las noches, y para Harry que amaba a su familia más que a nada.

– ¿Hablaste con Louis ya, Hazza?

– Sí, estará ahí cuando llegue mi avión.

– Genial.

Cuando el abrazo se dispersó Anne y Robin volvieron a sus quehaceres y Gemma y Harry continuaron metiendo cosas en la maleta, algunas sin sentido, otras no.

– ¿La sudadera de Louis?

– Métela, tengo que devolvérsela.

Gemma dobló la prenda con la que su hermano había dormido tantas noches y la guardó junto a las demás cosas. Tardaron media hora más pero finalmente el equipaje de Harry estaba listo y era hora de dirigirse al aeropuerto, Harry no quería volver en tren, en avión llegaría mucho antes y se moría por ver al alfa de ojos azules, así que cuánto antes llegara mejor.

– Cuídate, mi pequeño, y estudia mucho, te llamaré todos los días.

– Como siempre mamá, os quiero, adiós.

Cuando pasó el control de seguridad Harry estaba ansioso y muy nervioso, pues su alfa esperaba en Londres por él.

Por su parte Louis iba a sufrir un infarto en las próximas horas, estaba realmente nervioso como nunca lo había estado antes, y no era para menos, hacía casi un mes que se había despedido de su omega y aunque hablaban todos los días y casi todo el día para él no era suficiente, necesitaba abrazarlo y tener su aroma consigo, por eso despertó increíblemente temprano, limpió todo el apartamento en el que vivía con Zayn, y alistó todo lo que era necesario para recibir a Harry, aún así los nervios iban a comerle vivo cuando se encontraba rodeado de gente en la zona de llegadas del aeropuerto. Buscaba con desesperación sus tan amados ojos verdes, y cuando azul y verde se encontraron el mundo fue perfecto y todo desapareció a su alrededor.

Harry no dudó en soltar su maleta y correr a los brazos de Louis, quién lo recibió gustoso mientras su omega rodeaba sus piernas en la cintura del alfa y unían sus labios en un beso casi desesperado, se habían echado mucho de menos.

– Hola alfa.

– Hola mi amor.

Cuando se soltaron Harry recuperó su maleta, que Louis llevó hasta el coche, y tomados de la mano empezaron a contarse todo lo que les había pasado, aunque solo habían hablado unas horas atrás. No dejaron de tocarse ni durante el camino, necesitaban ese contacto, se habían extrañado como nunca habían extrañado a alguien en sus vidas.

Harry tenía su mano en el cuello de Louis, dejando caricias y jugando con su pelo, que estaba considerablemente más largo, mientras observaba al alfa con una sonrisa. Louis, por el contrario tenía una mano en el volante y otra en el muslo de Harry, acariciando su pierna sobre la tela vaquera con una enorme sonrisa plasmada en sus labios. Ambos estaban plenamente felices del reencuentro con el otro.

– Alfa, ¿a dónde vamos? Por aquí no se va a casa.

– ¿Confías en mí?

– Sí.

Louis siguió conduciendo, mirando de vez en cuando a Harry con una sonrisa, besando sus labios en los semáforos en rojo y no quitando en ningún momento la mano de su pierna.

– Estamos llegando, pero necesito que uses esto.

Louis le tendió a Harry un pañuelo y el rizado miró confundido el trozo de tela que tenía entre sus manos tratando de entender lo que Louis quería que hiciera con él.

– En los ojos.

Harry pareció entender, e inseguro miró a Louis buscando una respuesta de su parte.

– Si no quieres hacerlo no es necesario, mi amor, solo hazlo si te sientes cómodo.

El omega asintió sonriendo y mantuvo el pañuelo en su regazo hasta que el coche se detuvo. Ahí Louis le ayudó a vendar sus ojos y a bajar del coche, mientras era guiado por el alfa hasta no sabía dónde, tropezó un par de veces pero los fuertes brazos de Louis siempre estaban ahí para impedir que cayera, y Harry no lo reconocería pero alguna vez fingió tropezar para poder sentir los brazos de Louis más firmes alrededor de su cintura.

Amaba cuando Louis lo abrazaba, lo hacía sentir seguro, se sentía en casa y sabía que nada le ocurriría mientras tuviera los brazos de su alfa alrededor.











|♡|

No estoy preparada para narrar su primera cita, voy a llorar, ay.

Si hay errores ortográficos sentiros libres de corregirlos.

All the love

Flores Salvajes || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora