XLI

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Harry y Lottie estaban viendo The Notebook por millonésima vez juntos cuando el chico apartó el bol de palomitas y los envoltorios de todos los dulces que habían comido y corrió al baño a vomitar la rara mezcla de comida que habían hecho.

- ¿Estás bien, Hazzie?

- Sí, pero creo que ya no voy a comer más por el momento.

Lottie le tendió un vaso de agua y asintió a lo que decía.

- Tal vez comimos demasiado, te llevo a casa.

- No, hoy tengo una cita con Lou.

- Si se entera que te sientes mal y aún así te llevó a comer a algún sitio se sentirá el peor alfa del mundo por no poder cuidarte, ¿eso queremos? - Ante la pregunta Harry negó bebiendo del vaso de agua y mirando a la alfa arrodillada frente a él. - Eso pensaba yo, voy a mandarle un mensaje, lávate la cara.

Harry, después de haberse refrescado, salió del baño y Lottie estaba lista para acompañarlo a casa y ya no quedaba ni rastro de todos los envoltorios y empaques de la comida basura que habían comido durante la tarde.

- Louis va a tu casa, nos encontraremos ahí.

- Vale.

El viaje en coche fue silencioso pero cómodo, ninguno de los dos veía la necesidad de una conversación vacía para romper el silencio.

- Te escribo más tarde para ver como estás, hasta mañana Hazzie.

- Adiós Lottie.

Una sonrisa y un beso en la mejilla después Harry bajó del coche y Louis ya se encontraba ahí, sentado en las escaleras de la entrada.

- Hola Lou.

- Hola mi amor, ¿estás bien?

El alfa lo abrazó y acarició su mejilla mirándolo con preocupación.

- Sí, solo me sentía mal.

El alfa asintió y entraron, dirigiéndose directamente a la habitación, donde Harry se sentó en la cama y Louis besó su frente.

- Voy a prepararte té de menta, te traigo agua y preparo un baño, ¿si?

Harry asintió a lo que decía, mientras sacaba su móvil del bolsillo de su pantalón y contestaba algunos mensajes. Louis sonrió y salió de la habitación tarareando una melodía que Harry conocía muy bien.

Cuando el alfa regresó Harry estaba tocando su guitarra, esa canción. Su canción.

- ¿Lou?

Harry miró confundido al alfa que se había quedado estático en la puerta con la taza y la botella en las manos.

- Alfa, ¿estás bien?

Louis sacudió su cabeza saliendo de su ensimismamiento y sonrió a Harry acercándole la taza de té y la botella de agua.

- Sí, sí, todo bien, voy a prepararte el baño.

- ¿Puedes encender la estufa? No me gusta cuando salgo y hace frío.

- Claro, lo que quieras.

Louis dejó un beso en la frente de Harry y el rizado dejó a un lado la guitarra para dar un sorbo a su té, sintiendo su teléfono sonar.

– ¿Gemms?

– Hazza, Lottie me dijo que estabas mal, ¿qué te pasó? ¿Estás mejor? ¿Louis te cuida bien? Si no lo hace dímelo y voy a ir hasta allí para matarlo.

Harry rió ante la urgencia en la voz de su hermana y dio otro sorbo al té antes de contestarle.

– Solo comimos demasiados dulces, tranquila, y sí, Lou me cuida muy bien.

– Vale, vale, ¿necesitas algo para el viaje? Iré al despedirte ese día.

– Lo tengo todo, gracias Gemms.

Louis salió del baño apoyándose en el marco de la puerta y alzó sus pulgares en señal de que el baño estaba listo, Harry solo asintió y volvió su atención a su hermana.

– Escucha rubia, te llamo en un rato, ¿si? Te amo.

– Adiós cariño, usen protección, te amo.

Harry rió y terminó la llamada. Al dejar el teléfono sobre la mesita de luz se levantó y fue hasta donde estaba Louis, le dio un beso y entró en el baño, pero el castaño se asomó a la puerta y lo miró con el ceño fruncido.

– Ven.

El rizado, confundido por el tono autoritario de la voz del alfa, sin llegar a ser su Voz, cruzó sus brazos y lo miró alzando una ceja.

– No.

– Por favor.

Antes de relajar sus brazos suspiró y acabó por acercarse al alfa que no tardó más de medio segundo en enterrar la cara en el cuello del omega, justo en su fuente de aroma.

– ¿Estás bien?

– Shh.

Louis siguió oliendo su cuello como si su vida dependiera de ello, hasta que Harry se cansó de esperar y lo separó.

– ¿Qué diablos te pasa, Lou?

– No hueles a ti.

Harry rió y besó rápidamente los labios de Louis antes de mirarlo con una sonrisa.

– Será por haber estado con Lottie o el aroma a detergente de las sábanas. Creía que era algo importante.

– No me gusta cuando no hueles a ti.

Louis apretó el agarre en la cintura de Harry y por instinto Harry rodeó el cuello de Louis con sus brazos.

– Alfa, se enfría el agua.

– Puedo prepararte otro baño.

Harry sonrió y se apoyó en el pecho de Louis, porque sabía que el alfa prepararía otro baño si él se lo pidiera, haría cualquier cosa que él quisiera, porque lo amaba muchísimo, y era mutuo. Ya lo habían discutido muchas veces.

– ¿Podemos ir a la cama y me abrazas?

– Claro.

El baño fue sustituido por el calor de la cama en la que ambos se acostaron, abrazados, con la vista en el techo y una gran sonrisa en sus rostros.

– Lou.

– Dime.

– Nuestra cita de hoy era para celebrar que habías egresado.

– Mi amor, podemos celebrarlo cualquier otro día.

– Lo sé, solo digo que mires de una maldita vez si subieron los resultados.

Al caer en cuenta Louis se levantó de la cama cuidadosamente para no molestar a Harry y volvió poco después con su portátil en las manos, sentándose junto a al omega, tecleó un par de veces y el rizado apoyó la cabeza sobre las piernas de su alfa mirando la pantalla.

– ¡Egresaste Lou!

Ambos se miraron con amplias sonrisas y sellaron aquel feliz momento con un dulce beso en el que el rizado transmitía cuán orgulloso se sentía del alfa que lo acompañaría por el resto de su vida.

Pero también sabía que el momento había llegado y no sabía cómo sería la reacción del alfa, solo esperaba que pasara lo que pasara lo apoyara y siguiera amandolo como el primer día. De eso se trataba.



















|♡|

¿Están asustades? Yo sí.

Si hay errores ortográficos sentiros libres de corregirlos.

All the love

Flores Salvajes || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora